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El calvario del padre de un nene descuartizado
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Domingo, 18 de septiembre de 2016
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 Desde hace dos meses, Mario Alberto Salto, el padre de Marito, se encadena para reclamar justicia. Mañana será recibido por la Corte Suprema de Justicia
Pasaron más de dos meses desde que se conoció la peor noticia. Hace más de cien días que el cuerpo de Marito Agustín Salto, de 11 años, aparecía descuartizado en un basural cercano a un matadero municipal de la localidad santiagueña de Quimilí. Los peritos confirmaron que el menor había sido violado y estrangulado con un cable. Su cuerpo había sido desmembrado y arrojado en una bolsa de nylon. El caso indignó al país y fomentó la lucha incansable de Mario Alberto, el padre de la víctima, que viajó a Buenos Aires tras ser citado por la Suprema Corte de Justicia.
Los integrantes del máximo tribunal de justicia del país quieren escuchar en primera persona durante la audiencia -que se realizará mañana- los detalles del caso y el reclamo. Mario intentó viajar encadenado en el avión a Buenos Aires pero no lo logró por razones de seguridad, pero una de sus hermanas lo iba a recibir con cadenas en el aeropuerto para que el hombre continúe con la protesta que junto a su esposa vienen haciendo por el esclarecimiento del caso.
La cita será desde las 9 en el Palacio de Justicia de la Nación, ubicado en Talcahuano 550, frente al presidente de la Corte, Ricardo Luis Lorenzetti y el resto de los miembros que la conforman: Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti. El hombre viajó junto a su abogado Anselo Juárez. En un principio, la causa estuvo en manos del juez Miguel Ángel Moreno –imputado por varias causas-, aunque ahora quedó a cargo de Rosa Falco.
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"Le pido que dé prioridad y no descanse hasta dar con los asesinos", le pidió el hombre a la jueza así como exigió la colaboración de la Justicia Federal. Mientras el hombre declare ante el máximo tribunal, la mamá de la víctima continuará encadenada en Quimilí hasta que se haga justicia por su hijo.
Marito Agustín Salto salió de su casa el 31 de mayo con su bici y una caña de pescar, pero nunca más fue visto. Su cuerpo fue hallado dos días después de su desaparición en un basural situado en cercanías de la ruta provincial 6, de esa población rural del departamento Moreno, ubicada a 180 kilómetros al sureste de la ciudad de Santiago del Estero.
Luis Maldonado, un campesino que caminaba por el lugar, vio las manos del menor en medio de unas bolsas con basura y avisó a la Policía. El cuerpo estaba descuartizado y desmembrado, según informaron los peritos. El menor era hijo de padres separados: Mario Salto (de Córdoba) y Gladys Ramos, en pareja con un hombre identificado como Jorge Concha.
Según trascendió, el nene recorría diariamente un kilómetro en bici para ir a clases y es sobrino de Mirta Salto, maestra y concejal del Partido Justicialista que hace un mes se encadenó y realizó una huelga de hambre en la Catedral Basílica en reclamo de justicia.
Por el caso, fueron detenidos al menos cinco hombres, de los cuales uno estaría más comprometido que los otros ya que se le encontró una prensa ensangrentada que estaba siendo analizada en el laboratorio. A su vez, se constató que en el cuerpo de la víctima –que fue lavado- había rastros de ADN de al menos dos personas.
Un video registrado por las cámaras de seguridad de la ruta 6 muestra al pequeño caminando solo con su bicicleta al lado, con dirección a la represa.
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