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Hubo más de 1300 asaltos en el último año
Jueves, 15 de septiembre de 2016
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El 60% de los ataques ocurrió en la provincia de Buenos Aires. Bebidas, alimentos y electrodomésticos son los botines favoritos de los ladrones. Pompeya y la zona oeste, los sectores más calientes
La Mesa Interempresarial de Piratería de Camiones es, básicamente, el pulso del robo organizado de mercadería en la Argentina. Si se asalta un camión, una camioneta, entonces repercute en la Mesa. Creada y liderada por los abogados penalistas Gabriel Iezzi y Víctor Varone, socios en el estudio que lleva sus apellidos, reúne periódicamente a directivos de empresas frecuentemente damnificadas con fiscales especializados en la materia y jefes de fuerzas de seguridad para intercambiar información y establecer políticas públicas.
Este miércoles por la mañana en una oficina céntrica, la Mesa convino con cierta expectativa para la presentación de su informe de trabajo del último año, el octavo en su historia. Autoridades de la Policía Bonaerense, de Prefectura, del Ministerio de Seguridad de la Nación, funcionarios judiciales de Lomas de Zamora y La Matanza, aseguradoras, gerentes de seguridad privada y ejecutivos de empresas tomaron asiento para oír los nuevos números de un delito que se diversifica y aumenta en violencia. La cifra final fue al menos significativa: desde agosto de 2015 hasta este último julio hubo 1314 ataques de piratas del asfalto en todo el país.
De acuerdo al informe, el 60% de los hechos ocurrieron en la provincia de Buenos Aires, con un 23% en CABA y el 17% dividido en el interior del país. El 51% de ellos ocurre en el horario matutino, de 6 a 12 del mediodía. Noviembre de 2015 fue el pico en el calendario: 154 casos, seguido por 129 casos en diciembre. Mayo fue el pico de 2016 hasta el momento, con 125 casos y 119 en junio. En total, el primer semestre del año cerró, de acuerdo al reporte, con 715 casos.
Bebidas, alimentos y golosinas es el rubro más atacado: 38% del total. Le sigue electrodomésticos, con un 25% y textil e indumentaria con un 18%. El robo organizado de autopartes asciende a un 11%. La telefonía celular, un ítem caliente con 7 mil aparatos robados por día según datos recientes de la Cámara de Agentes de Telecomunicaciones Móviles, tiene apenas un 4% del total de robos.
En la provincia de Buenos Aires, la zona oeste y sur están casi parejas en asaltos: 45% y 40% del total bonaerense respectivamente. En CABA, Pompeya, con su gran volumen de camionetas y expresos, es un clásico en las crónicas de piratas del asfalto: tuvo un 36% del total de hechos en el último año. Parque Patricios, con características similares, tiene el 31%.
Villa Soldati, gracias a una gran cantidad de depósitos, había saltado a un nuevo lugar de prominencia en el robo de mercadería. La Dirección de Análisis Criminal y Planificación del Ministerio Público Fiscal, que genera estadísticas a través de causas NN en fiscalías porteñas, había contabilizado 108 robos en la zona durante todo 2015. En el informe de la Mesa, Soldati representa un 11%.
Hablar de robo de camiones, por otra parte, se vuelve un anacronismo: desde hace varios años que los ataques a camionetas, con menores medidas de seguridad, se volvieron la tendencia. El informe marcó que las camionetas representan el 80% del total, con el 59% de los robos cometidos con un solo vehículo, sin móvil de apoyo para los piratas.
El momento preferido es cuando se carga o descarga la mercadería, una situación de evidente vulnerabilidad, algo que ocupa el 51% de los casos. Los cruzamientos y ataques en semáforos no superan el 16% respectivamente. El 62% de los casos fueron cometidos por apenas dos asaltantes, lo que reafirma la nueva tendencia de robos más económicos en cuanto a estructura.
La piratería del asfalto, en los últimos tiempos, incrementó su violencia contra los custodios que acompañan los grandes envíos, algo llamativo en un delito que tiene como protagonistas a delincuentes de carrera con edades que van de 30 a 50 años y prontuarios largos. Hay un muerto reciente: el sargento primero de la PFA Héctor Gonçalves Pereyra, que realizaba un adicional de custodia junto a un suboficial de su misma fuerza. Gonçalves Pereyra fue baleado la semana pasada en el kilómetro 71 del Acceso Oeste mientras vigilaba un envío de ropa para morir días después en el hospital Churruca. Fue un hecho de particular violencia, con al menos tres vehículos piloteados por los atacantes: el chofer del camión robado terminó reducido y terminó de rehén.
La violencia no fue la única preocupación en la Mesa de esta mañana. Los piratas solían tomar el camión para robar la carga y abandonarlo. Hoy, el robo de camiones en sí para su desguace en partes para el mercado negro es un nuevo favorito en ascenso. Voces en la Mesa apuntaron que subieron las sustracciones de vehículos Mercedes Benz, modelos 2005 a 2010. En la zona oeste del GBA, las camionetas de reparto de la tabacalera Nobleza Piccardo sufrieron al menos 20 asaltos en los últimos tres meses, de cara al encarecimiento progresivo de los cigarrillos. Los ladrones las abordan para robar la carga; que se lleven la recaudación es una rareza.
El problema, para los abogados Iezzi y Varone, se trata de políticas públicas. La provincia de Buenos Aires tiene fiscalías especializadas en piratería del asfalto, pero no las hay en territorio porteño. "Por eso es importante crearlas en lugares o barrios cercanos al Cinturón Sur y con salida a la zona norte, coincidiendo con las fiscalías barriales en las áreas con mayores porcentajes de hechos como Parque Patricios y Pompeya", asegura Iezzi.
Iezzi continúa: "También, se podría crear un protocolo y pauta de investigación científica para las fuerzas de seguridad, con relevamiento de rastros en el lugar del hecho desde el abordaje hasta el recupero del vehículo, como en el análisis de celulares y equipos satélites, etcétera".
Varone apunta, de cara a las últimas estadísticas: "Es recomendable también una unificación de la carátula policial de los hechos, directamente rotularlos como 'piratería de camiones'. Debe ser a nivel nacional para contar con una estadística real y efectiva, lo mismo recopilar e intercambiar información en relación a las causas tramitadas en fiscalías especializadas, ya que las bandas suelen mudar sus áreas de acción".
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