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Argentina avanza en su vacuna ARNm contra la gripe aviar
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Jueves, 11 de diciembre de 2025
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 El país inició pruebas preclínicas de una vacuna ARNm contra H5N1, un desarrollo conjunto de Sinergium y UBA-CONICET apoyado por CEPI, OMS y OPS. Argentina dio un paso estratégico en la prevención de futuras amenazas sanitarias con el inicio de las pruebas preclínicas de su primera vacuna de ARNm contra la gripe aviar H5N1. El proyecto, impulsado por Sinergium Biotech junto al laboratorio LITAN de la Universidad de Buenos Aires-CONICET, se convierte en uno de los desarrollos científicos más relevantes de la región.
La iniciativa cuenta con el respaldo financiero de la Coalición para las Innovaciones en Preparación ante Epidemias (CEPI), que aportó un millón de dólares, y el acompañamiento técnico de la OMS y la OPS. Este apoyo internacional permite acelerar la construcción de una plataforma regional de vacunas basadas en ARNm, una tecnología clave para responder de forma rápida a patógenos emergentes.
Sinergium, designado por la OMS como uno de los 15 centros globales del Programa de Transferencia de Tecnología de ARNm, lidera en América Latina el desarrollo de una vacuna específicamente dirigida al virus H5N1, un patógeno que registra brotes recientes en aves y casos aislados en humanos.
Actualmente, el equipo trabaja con 14 candidatos vacunales en fase experimental. Tras los estudios toxicológicos en animales, se proyecta avanzar a ensayos clínicos en humanos en 2026, siempre que los resultados previos confirmen seguridad y eficacia. La plataforma ARNm permitirá adaptar rápidamente el diseño ante variantes o nuevos virus que se presenten en la región.
El desarrollo argentino forma parte de una estrategia continental que busca autosuficiencia en vacunas y acceso equitativo. La coordinación con instituciones como BioManguinhos/FIOCRUZ en Brasil y el respaldo del Fondo Rotatorio de la OPS aseguran precios accesibles para países de ingresos medios y bajos. Además, los datos generados serán publicados en acceso abierto para la comunidad internacional.
Para los organismos internacionales, este avance confirma la capacidad científica de América Latina para producir innovación sanitaria y responder con mayor autonomía ante futuras emergencias epidemiológicas.
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