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Invertir en salud en la juventud y gastar menos cuando se llega a la vejez
Martes, 12 de noviembre de 2024
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Las transformaciones del Ministerio de Salud de la Nación para lograr una mejor asignación de los recursos. Cuáles son las ideas rectoras que van a atravesar la nueva gestión del médico cardiólogo Mario Lugones. La creación del seguro de salud El médico cardiólogo Mario Lugones al frente actualmente del Ministerio de Salud de la Nación bien podría recibir la definición de “gladiador” del actual gobierno del presidente Javier Milei; así como el ministro de Desregulación y Transformación, Federico Sturzenegger, recibió el mote de “coloso”.
La desregulación de las Obras sociales sindicales (OSS) y de las prepagas de salud -vigentes desde el primer DNU 70/23 del Gobierno- sintetiza de forma contundente el pensamiento del ministro Lugones: transparentar la información entre los eslabones del sector para evitar sobreprecios y nidos de corrupción.
Desregular las OSS y a las prepagas representó un paso crucial para ampliar la oferta e impulsar la competencia. Y en el marco de la sostenibilidad del sector en el futuro, propulsar planes más baratos para los jóvenes.
Emerge el seguro de salud Según deslizaron a Infobae, el ministro es un convencido de la idea de que el presupuesto de salud debe centrarse en la población joven que transita los años más prósperos de la vida laboral, priorizando la prevención.
Lugones considera que en la etapa final de la vida, cuando las personas necesitan mayores cuidados, el sistema debería ser menos oneroso, apoyado en un modelo en el que cada persona pueda contar con un seguro de salud desde sus años laborales. Esto ayudaría a reducir los gastos finales y a asegurar que los adultos mayores reciban la atención necesaria, sin sobrecargar los recursos del sistema en su conjunto.
La Resolución 3934/2024 emitida por la Superintendencia de Servicios de Salud, limitó la emisión de recetas de fármacos y tratamientos de alto costo en planes de salud cerrados. Tras el revuelo que generó la medida, el ente nacional ratificó que la medida afecta directamente a “los beneficiarios de planes cerrados, quienes deberán recurrir exclusivamente a los médicos de su cartilla para acceder a medicamentos de alto costo. Esta normativa busca proteger el uso eficiente de recursos de salud y reducir la carga financiera del sistema”.
“A ninguna persona que realmente necesite un tratamiento con medicamentos de alto costo se le va a cortar el acceso, pero el proceso debe ser llevado adelante de manera correcta”, aseguraron a Infobae quienes conocen desde adentro la gestión de Lugones.
No obstante, un eje importantísimo para el rol de rectoría como se concibe al Ministerio de Salud de la Nación, radica en no ser cómplices de manejos “non sanctos”. Esos desmanejos pueden generar la quiebra de una obra social o una prepaga si no se transparenta el acceso y se audita quiénes y de qué manera deben recibir la cobertura.
Para fortalecer la respuesta ante brotes de dengue, el Ministerio implementó una sala de situación con el fin de realizar un monitoreo en tiempo real de los casos, lo que optimiza la coordinación con las provincias y reduce los tiempos de acceso a la información.
Esta plataforma, integrada con el Sistema Nacional de Vigilancia Sanitaria (SNVS), permite detectar rápidamente focos epidémicos gracias a un sistema de alertas automáticas y un enfoque integral de gestión epidemiológica.
El actual gobierno mantuvo el amplio Calendario Nacional de Vacunación de la Argentina, pero en lugar de gratuidad prefieren llamar a las cosas por su nombre, sin vueltas: “Las vacunas no son gratuitas; las pagamos todos los argentinos a través de los impuestos”. Esta perspectiva impulsó, entre otras cosas, un cambio en la política de adquisición de vacunas, que apunta a una gestión más eficiente de los recursos.
A modo de ejemplo, para el Plan de Vacunación Antigripal 2025, se planificó la compra de más de 8,6 millones de dosis de vacunas, destinadas a proteger a los grupos de riesgo, incluyendo adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas. Se optó por las farmacéuticas Abbott y Sinergium Biotech, seleccionadas por sus precios competitivos y la calidad de sus productos, lo que permitirá un ahorro en el costo unitario de entre el 5% y el 38%, según detallaron funcionarios del ministerio.
En esta misma línea, también se aplicaron límites en el precio de los medicamentos que los hospitales pueden adquirir, evitando que se compren a costos iguales o superiores a los de una farmacia comercial, con el objetivo de lograr mayor eficiencia en el gasto. Este enfoque de ahorro y reestructuración también permite contar con una mayor cantidad de dosis de vacunas y medicamentos disponibles.
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