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El 60% de las tomas de agua de la región tuvieron problemas por la bajante del río
Jueves, 7 de octubre de 2021
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Un relevamiento dejó al descubierto las dificultades en la potabilización. En Corrientes, la empresa prestataria debió hacer adecuaciones y hasta cambiar de lugar algunas bombas.
La bajante del río Paraná lleva ya más de dos años y las consecuencias se hacen sentir en diferentes ámbitos. Además de las complicaciones para la navegabilidad y la afectación de la fauna íctica, la toma de agua para la potabilización es uno de los puntos más alarmantes, que demandó obras para garantizar el servicio en las ciudades de la región.
Un docente e investigador de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) realizó un relevamiento y determinó efectivamente que la realidad en las plantas es complicada, aunque se pudieron hacer maniobras para que no se corte el suministro en los hogares.
En el nordeste argentino hay 35 tomas de agua que se utilizan para el posterior consumo humano. Del estudio se desprende que el 60 % registró problemas por la bajante excepcional no solo del Paraná, sino de los otros ríos que corren por la región.
El relevamiento fue realizado por Hugo Rohrmann, de la Facultad de Ingeniería. El profesional señaló que incluso los nuevos equipos o medidas dispuestas como emergencia también registraron inconvenientes operativos.
El relevamiento abarcó 35 tomas de agua existentes en las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa, Misiones y Santa Fe, que abastecen en total a 73 localidades.
Señaló que, al estar la región nordeste en la parte más húmeda del país, “llama aún más la atención el impacto en las tomas de agua por la bajante hídrica excepcional y en el abastecimiento a la población involucrada”.
Asimismo, Rohrmann agregó que “si no existiesen las represas estaríamos con valores mucho más bajos aun”, en relación al aporte que están haciendo para atenuar la bajante en la región al liberar agua de sus embalses.
Pero el problema, explicaron, no se circunscribe solo a la extracción del agua del río, que se volvió más dificultosa por el escaso caudal. La situación de toma en menores cantidades obliga a un mayor tiempo de potabilización y mayores costos de tratamiento, que se sintetizan en menor aporte de agua potable a la población involucrada.
Corrientes Esta situación que aqueja a toda la región también repercute en la provincia. Es así que desde Aguas de Corrientes señalaron a este matutino que debieron realizar varias maniobras que permitieron sostener el servicio y la calidad del agua.
Según el relevamiento realizado por el docente universitario, en la capital correntina se tuvieron que colocar bombas auxiliares ya desde 2020, como complemento de las tomas fijas que ya estaban instaladas.
En tanto, en Ituzaingó, ubicada al lado de la represa Yacyretá, se registraron problemas de abastecimiento durante este año. La nueva toma allí también registró algunos inconvenientes por poca agua y la presencia de sedimentos.
En Itá Ibaté, se tuvo que recurrir a obras de dragado en 2020, en Itatí hubo cierta faltante de agua potable el año pasado y en Paso de la Patria se anunció este año la realización de obras para mejorar la provisión de agua potable.
Por su parte, en las ciudades de Goya y Esquina se tuvieron que mover de lugar las tomas de agua.
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