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Condenado por abusar de su hijastra, ahora será juzgado por violar a su hija
Martes, 10 de noviembre de 2020
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Se trata de Ramón “Moncho” Martínez que el año pasado fue condenado a 20 años de prisión por el delito de abuso sexual calificado contra su propia hijastra. El 4 de diciembre comienza el segundo juicio por someter a su hija desde los 9 hasta los 13 años.
El próximo 4 de diciembre comienza el segundo juicio a Ramón “Moncho” Martínez que el año pasado fue condenado a 20 años de prisión por ser hallado penalmente responsable del delito de abuso sexual calificado contra su propia hijastra.
Martínez enfrentará un segundo juicio en la causa que se lo imputa por “Abuso sexual con acceso carnal, triplemente calificado por el grave daño psicológico, por la condición de sujeto activo y el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente”. La víctima, su propia hija, a quien habría sometido a vejaciones sexuales desde los 9 hasta los 13 años.
El debate debió empezar el viernes pasado, pero el abogado del imputado renunció, y ahora la defensa será llevada adelante por la Defensora Oficial, Susana Ferreira.
El Tribunal Oral y Penal estará conformado por los doctores Marcelo Pardo, Marcelo Fleitas y Gustavo Ifran.
En diciembre del 2019, el Tribunal Oral y Penal de Paso de los Libres encontró penalmente culpable a Ramón “Moncho” Martínez, del delito de “Abuso sexual calificado por el acceso carnal triplemente agravado por el vínculo, por la situación de convivencia preexistente, y por haber producido un grave daño en la salud mental, en la modalidad de delito continuado, promoción a la corrupción de menor de trece años, en concurso ideal y abuso sexual gravemente ultrajante” contra su propia hijastra, y lo condenó a la pena de 20 años de prisión.
La Justicia estableció que el hombre de 61 años violó a su hijastra desde que tenía 8 hasta los 17. Producto de las reiteradas violaciones nació un hijo.
Los hechos habían comenzado en la localidad de Yapeyú, donde la menor vivía con su madre, quien poco antes se había separado de su padre, según revelaron fuentes judiciales.
La condena se dio por el delito de “abuso sexual calificado por el acceso carnal triplemente agravado por el vínculo, por la situación de convivencia preexistente, y por haber producido un grave daño en la salud mental, en la modalidad de delito continuado, promoción a la corrupción de menor de trece años, en concurso ideal y abuso sexual gravemente ultrajante”.
La víctima desafortunadamente no pudo llegar con vida a esta instancia condenatoria, ya que había fallecido en un siniestro vial.
El accidente fatal ocurrió el año pasado en la provincia de Formosa, antes de que se llevara a cabo el juicio oral, que finalizó con la condena.
Sin embargo, su testimonio, de gran contundencia, pudo darse en la etapa de instrucción, cuando los investigadores llevaban a cabo la recolección de elementos para fortalecer el expediente que desembocó en el debate.
Tal como se había informado desde este medio oportunamente, la joven dijo que el abusador comenzó a acercarse a su madre en 2002.
En ese relato expresaba: “Él iba a mi casa, me pedía que me sentara en su regazo, cuando estábamos solos, llegaba de sorpresa porque mi mamá no estaba y me decía: ‘vos tenés que hacer todo lo que te diga porque ahora estoy con tu mamá y no te va a gustar verla mal’”.
Y agregó que “me dijo que mi familia no me quería, y que yo no tenía que contar a nadie que me hacía sentar en su regazo”.
Confesó además que “era chica, no entendía mucho, no sabía si eso era normal. En Navidad del 2002 o 2003 llegó a mi casa con velas rojas torneadas, había preparado todo para esperarla a mamá. Me vuelve a pedir que me siente en su regazo y me empezó a tocar”.
“Siempre me decía que no cuente nada porque la iba a matar a mi mamá y que me iba a quedar sola porque nadie me quería”, relató en su oportunidad la joven.
“Fue en 2005 que comenzaron los abusos sexuales, cuando tenía 11 años”, relató la joven cuyo testimonio fue ingresado al juicio que finalizó en condena al violador.
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