|
Brasil convocó a su embajador en Nicaragua tras el asesinato de una estudiante en Managua
Miércoles, 25 de julio de 2018
|
|
El gobierno de Michel Temer también citó a la embajadora del país centroamericano en Brasilia para que ofrezca explicaciones sobre la muerte de la joven brasileña, baleada por paramilitares.
El gobierno de Brasil convocó a su embajador en Nicaragua tras el asesinato en ese país de una estudiante brasileña, un crimen que el ministerio de Relaciones Exteriores repudió en un comunicado.
El jefe de la misión en Managua, Luis Claudio Villafañe Gomes Santos, fue "llamado a consultas" sobre el fallecimiento de Rayneia Gabrielle Lima que estudiaba medicina en la Universidad Americana del país centroamericano.
La joven de 31 años, que cursaba el último año de la carrera de Medicina, murió horas después de recibir un tiro en el pecho el lunes por la noche por supuestos paramilitares en Managua, denunció el rector de la universidad Ernesto Medina, según informó la estatal Agencia Brasil.
Paralelamente el gobierno del presidente Michel Temer citó al Palacio Itamaraty, sede de la cancillería en Brasilia, a la embajadora nicaragüense Lorena del Carmen.
Brasil demandó que el gobierno del presidente Daniel Ortega investigue y esclarezca el asesinato de la estudiante que estaba radicada en Nicaragua desde hace seis años y planeaba regresar a su país después de graduarse.
En un comunicado el Palacio Itamaraty condenó la "profundización de la represión" por parte de las autoridades nicaragüenses en medio de la crisis que ya dejó cerca de 350 muertos.
La nota cuestionó, además, "el uso desproporcionado y letal de la fuerza y el empleo de grupos paramilitares en operaciones coordinadas por los equipos de seguridad".
El crimen ocurrió en vísperas de una nueva jornada de violencia que dejó al menos ocho muertos y varios heridos en ataques armados en distintas zonas de Nicaragua.
Daniel Ortega vuelve a denunciar una "conspiración" Mientras crecen las protestas, el presidente nicaragüense Daniel Ortega, en una entrevista este martes a la cadena venezolana Telesur, adujo que la violencia en el país es resultado de "una conspiración de marca internacional" con participación de empresarios locales y promovida por Estados Unidos, que apoyó a la "contra" antisandinista en su primer gobierno (1985-1990).
"El veneno lo pone la (ley norteamericana) 'Nica Act', el intervencionismo norteamericano nuevamente en Nicaragua. Si Estados Unidos respetara lo que decimos los nicaragüenses, los empresarios estarían trabajando con Nicaragua y se hubiera aprobado la reforma al Seguro Social" que detonó las protestas el 18 de abril, indicó.
Al respecto, Ortega dijo que la polémica reforma de la seguridad social que desató las protestas -que preveía un aumento de los aportes de los trabajadores y una disminución de las jubilaciones-, y que él mismo derogó en mayo, "es imprescindible" y "urgente", y que volvería a ponerla sobre la mesa "afinándola más (y) con el consenso de los afiliados" a la seguridad social.
El mandatario también negó que su gobierno maneje a grupos parapoliciales o paramilitares, cuya dirección atribuyó a "los partidos de derecha y golpistas", pese a que estas fuerzas han sido vistas y filmadas operando junto a policías uniformados.
|
|
|