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El fiscal Delgado apeló la falta de mérito de la monja que ayudó a López
Lunes, 5 de septiembre de 2016
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Cree que la hermana Inés colaboró con José López y por eso no puede ser favorecida con la falta de mérito
El fiscal Federico Delgado presentó un recurso de apelación ante la decisión del juez Daniel Rafecas, quien dictó la falta de mérito de la monja Celia Inés Aparicio. Además consideró que las religiosas María Antonia Casas y Marcela Estefanía Albín deben ser tratadas como imputadas y no como testigos, como hasta ahora.
El representante del Ministerio Público sostuvo que en su fallo, Rafecas no analizó en su contexto los hechos que le reprochó a Aparicio: en el escrito, Delgado señaló que las monjas habitaban el 14 de junio de 2016 una casa de oración que recibió parte de los 9 millones de dólares que José López ocultó en horas de la madrugada.
Además destacó que "esa suerte de desembarco" no tomó por sorpresa a las religiosas, sino que fue precedido por varias llamadas telefónicas que lo prepararon. "Todas ellas sabían que López esa noche pasaría por el convento".
Delgado afirmó que la falta de sorpresa de las monjas se sustenta en dos pruebas: las imágenes que captaron el momento en que Aparicio ayudó a López a ingresar los bolsos con dinero, bajo la atenta mirada de Marcela Albín; y la "relación sedimentada" con el paso del tiempo que unía al ex secretario de Obras Públicas con las habitantes del monasterio.
Las monjas con José López Las monjas con José López El fiscal destacó que ninguna de las monjas llamó a la policía cuando vieron lo que López guardó en el lugar y agregó que si Jesús Ojeda no llamaba al 911, López hubiese tenido éxito en su intención de ocultar el dinero.
En otro tramo de su presentación, Delgado recordó que al momento de declarar, Aparicio, Casas y Albín indicaron que el monasterio era conducido por la hermana Alba, por lo que ella tomó la decisión de recibir a López y ellas sólo acataron la orden.
Delgado mencionó el informe del Cuerpo Médico Forense que concluyó que la hermana Alba "no se encuentra en condiciones psicofísicas de enfrentar un proceso penal". En base a ese dictamen, el fiscal afirmó que "esto significa que las religiosas mintieron", porque Alba no puede tener los problemas que describen los médicos y a la par ejercer el gobierno del monasterio.
Finalmente el fiscal Delgado sostuvo que Aparicio, Casas y Albín conocían de antemano las intenciones de José López y decidieron ayudar a ocultar el producto de un delito. Señaló también que tuvieron una participación activa en demorar la respuesta del portero eléctrico pese a la insistencia del personal policial, que pidió durante una hora ingresar al convento.
Por esos motivos, Delgado solicitó que la Cámara Federal revise el fallo de Rafecas, procese a Aparicio y convoque a indagatoria a las otras dos monjas.
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