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Okupas del San Roque esperan evitar el desalojo
Domingo, 7 de agosto de 2016
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Las personas que habitan el predio aseguran que están más tranquilas que hace algunos días. Confían que las gestiones de la Defensora oficial les permita quedarse allí. Insisten en la necesidad de un lugar donde vivir y afirman que no construirán hasta que haya una resolución concreta. Mientras tanto, continúa el malestar de los frentistas y vecinos de la zona.
El asentamiento del barrio San Roque Este cumple tres meses en medio de una situación de incertidumbre por parte de los okupas que tomaron el terreno de calles Neruda y Valentín Alsina. Tras la denuncia realizada por los mismos vecinos de la zona y la notificación de desalojo recibida por las familias, la situación parece haberse estancado al menos en materia judicial. En contacto con El Litoral, la delegada de los okupas, Elizabeth comentó que “ahora estamos más tranquilos y esperando que haya novedades”. Además, la mujer aseguró que no tuvieron nuevos avisos que le obliguen a dejar las tierras usurpadas. En tanto, Elizabeth contó también que la defensora de Pobres y Ausentes, Nora Maciel se comprometió a intentar resolver la situación y trasladar sus inquietudes ante el magistrado. En este sentido, la okupa aseguró que “ya les firmamos los poderes para que ella haga los trámites ante el juez”. De esta manera, las familias que desde mayo habitan el predio se encuentran menos preocupados que días atrás aunque con poca información sobre su futuro. Cabe recordar que el primer plazo otorgado para que abandonen las tierras se venció y ahora avanzan las gestiones de la Defensoría. Asimismo, la feria judicial también retrasó el proceso que intenta conseguir el desalojo. Además de esta cuestión,el Municipio capitalino realizó también una denuncia penal contra las familias pidiendo que se retiren del terreno que pertenece una parte a la Comuna y otra a la Provincia. Los okupas argumentan que son familias numerosas y no tienen otro lugar donde poder vivir, ya que la mayoría habitaba en la casa de algún pariente o amigo pero en condiciones de hacinamiento. Al respecto, una de las personas de allí insistió en que “no nos vamos a ir porque no tenemos otro lugar” y añadió que “lo único que queremos es una solución a nuestra situación”.
Casillas En tanto, a diferencia de otros asentamientos recientes, las casillas del San Roque siguen siendo muy precarias y no hay construcciones de cemento y ladrillos. En el barrio Nuevo, por ejemplo, al mes de la toma ya comenzaron a hacerse las bases para una vivienda y antes de los 90 días ya había una casa de material terminada. Sobre esta cuestión, Elizabeth dijo que “algunos tienen ganas de construir algo por lo menos, pero tenemos miedo de que nos echen y perder todo”. Además, la okupa aseguró que “nosotros cumplimos con todos los pedidos que nos hacen por eso no levantamos nada y seguimos en la misma situación que al comienzo”. En tanto, desde la Defensoría legal son cautelosos y esperan poder encontrar una salida pacífica y equitativa al problema.
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