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Barras obligaron a suspender un partido de la Liga local
Lunes, 25 de julio de 2016
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Un insólito hecho ocurrió el fin de semana en Goya, donde debió suspenderse el cotejo entre Juventud Unida y Cañonazo de Lavalle por el fútbol local. El partido no se disputó ya que el equipo local no salió al campo de juego. Hinchas de Unida entraron a los vestuarios para "solicitarles" a los jugadores que no entren a jugar en solidaridad con un integrante del plantel que fue sancionado
Mientras se desarrollaba el choque de tercera división, que lo ganó el Albiceleste 1-0, un fuerte rumor crecía a lo largo y a lo ancho del reducto enclavado en el barrio Sarmiento.
Era de que un grupo de personas -esto previo a la entrada en calor-, se había "acercado" a los integrantes del plantel superior para "sugerirles" de manera directa que no se presenten a jugar en solidaridad con Matías Joaquín Romero, el delantero que fuera suspendido duramente por el Tribunal de Disciplina de la Liga Goyana luego de un confuso episodio que se registró una rueda atrás y ante este mismo rival, en la localidad de Lavalle. Tanto Romero, como William Ortiz, luego de un altercado que tuvieron con un dirigente unidense fueron "informados" y recibieron una drástica sanción: sus expulsiones de por vida dentro del ámbito de la Liga Goyana. Una vez transmitida la "invitación" por parte de los hinchas a los jugadores se habría generado todo tipo de discusiones en la zona de los vestuarios. Hubo idas y vueltas, mucha exaltación, marchas y contramarchas. Había un grupo de futbolistas que quería jugar y no perjudicar las aspiraciones del club en el torneo. Y otro grupo que se inclinaba por solidarizarse con la situación puntual de Matías Romero. En definitiva ganó la posición de estos últimos y no hubo partido. Es obvio, aunque resta la definición del Tribunal de Disciplina, que al no presentarse Unida seguramente perderá los puntos ante Cañonazo, que como correspondía estaba preparado para afrontar el compromiso. Y no sólo eso, la entidad goyana quedó expuesta a una sanción más grave. Consultado el entrenador Daniel Cuaranta sobre la situación señaló: "Nosotros, lo digo como cuerpo técnico, en todo momento buscamos que los jugadores recapaciten y salgan a la cancha a jugar. Pero no pudimos convencerlos. No eran todos, algunos querían jugar y otros no. Hubo situaciones difíciles de entender. Yo nunca lo había vivido. Es un momento delicado y en definitiva el que termina perjudicado es el club. No sé que va a pasar, estoy muy cansado de todo esto, estamos evaluando la posibilidad de continuar o no, aunque es cierto que el presidente (por el profesor Rolón Soto) nos pidió charlar este lunes un poco más tranquilo".
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