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Entre "relaciones carnales", encuestas y un viejo reclamo
Jueves, 14 de julio de 2016
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El presidente escuchó música para sus oídos pero se llevó el pedido del ajuste de los balances por la inflación. No habrá resolución en el corto plazo. No quieren quedar atados al sector financiero
El presidente Mauricio Macri, como se preveía, recibió una catarata de elogios por parte del mundo financiero local. Y no es para menos. Tal como anticipó Infobae, el presidente de la Bolsa –Adelmo Gabbi– le agradeció encendidamente por haber cumplido con algunos viejos reclamos que tenía la institución que cumplió 162 años de historia: el fin del cepo y el levantamiento del encaje al ingreso de capitales.
Gabbi, que pasó de defender públicamente (algo que no hacía fuera de micrófonos) la gestión del kirchnerismo, despotricó vehementemente contra aquellos "años oscuros". La verborragia del presidente de la Bolsa incluso chocaba con algunas caras de los funcionarios que escuchaban tanto elogio a la nueva administración, y tanta crítica a la gestión pasada. "Adelmo (Gabbi) es así, le gusta hablar efusivamente… y hacer política", decía un funcionario de la entidad luego del discurso.
Las palabras de Gabbi no son ingenuas. El hombre que dirige la Bolsa busca que le cumplan un último reclamo aún sin solución: la actualización por inflación de los balances de las empresas.
"Hay que revisar la discontinuidad del ajuste por inflación contable que dispusiera el decreto 664 del 2003, sobre la base de que el mismo tuvo origen en el hecho de que la economía transitaba un periodo de estabilidad", pidió Gabbi al presidente en pleno acto.
Es claro que para una economía que busca volverse predecible y en sintonía con los estándares internacionales, que se permita reconocer el efecto de la inflación en los balances de las empresas es algo crucial. Pero, según supo Infobae, ese reclamo aún está lejos de ser cumplido. "No va a haber nada ahora", dijo tajante una fuente del Gobierno a Infobae anoche en la Bolsa.
La visión oficial, más allá de entender el reclamo, es que cumplir todos los requerimientos de los hombres de la Ciity sería como un regreso a las "relaciones carnales". "No podemos quedar demasiado complacientes con un sector, no sería inteligente de nuestra parte", decía un alto funcionario del equipo económico. "Apoyamos que el mercado de capitales argentino crezca, y no exportemos nuestro mercado, pero no vamos a darle un cheque en blanco a ningún sector", alertaba.
Por eso el discurso de Macri fue mucho más lavado que el de Gabbi. Ambos saben que va a decir el otro antes de pronunciar sus palabras. Tradicionalmente el titular de la Bolsa le envía al presidente de la Nación el discurso por escrito día antes del acto. Todo está guionado de alguna manera.
Macri, que como dicen sus allegados "conoce a todos y todos lo conocen a él" en el mundo financiero, no se va a dejar encandilar por las cálidas palabras de Gabbi.
Si hay algo en lo que ambos bandos coinciden es en la visión optimista hacia adelante. Después de la breve charla que tuvieron los funcionarios del Gobierno con hombres de la Bolsa en el salón VIP, previo al acto, lo que quedó en claro es que -a pesar de todo- la perspectiva es positiva.
Esa sensación, justo el mismo día en el que Indec mostró un dato poco favorable de la inflación, se precisó con una avezada encuestadora que circula por los pasillos de la Bolsa esperando el comienzo del acto. Según sus encuestas, un tema urticante como el aumento de tarifas sólo impacta en la imagen positiva hacia el presidente, pero no en la imagen de la gestión. Según esta encuestadora, las idas y vueltas por el tema tarifario le costó 4 puntos a la imagen de Macri (desde el pico que tuvo al recibir a Barack Obama en la Argentina, en abril). Pero, agregó, que las perspectivas positivas de la economía crecen 14 puntos. "La gente no tiene candidatos y las elecciones de mitad del año próximo quedan muy lejos. La gente cree que las cosas van a mejorar", agregó.
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