Francisco cuestionó a Trump por la deportación masiva de inmigrantes ilegales

Miércoles, 12 de febrero de 2025

En un carta enviada a más de 280 obispos norteamericanos aseguró que la medida tomada por el republicano "terminará mal" y sitúa a las personas deportadas "en un estado de especial vulnerabilidad y desamparo", las cuales no deben ser tratados como "c

El papa Francisco cuestionó al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, por la puesta en práctica del programa de deportación masiva de inmigrantes ilegales. Lo hizo por medio de una carta enviada este martes a los más de 280 obispos norteamericanos, en la que aseguró que la medida "terminará mal" y sitúa a las personas deportadas "en un estado de especial vulnerabilidad y desamparo".

"He seguido con atención la importante crisis que está teniendo lugar en los Estados Unidos con motivo del inicio de un programa de deportaciones masivas. La conciencia rectamente formada no puede dejar de realizar un juicio crítico y expresar su desacuerdo con cualquier medida que identifique, de manera tácita o explícita, la condición ilegal de algunos migrantes con la criminalidad", afirmó Francisco en un primer momento.

En el mismo sentido, agregó que "se debe reconocer el derecho de una nación a defenderse y mantener a sus comunidades a salvo de aquellos que han cometido crímenes violentos o graves mientras están en el país o antes de llegar".

Para luego reconocer: "Dicho esto, el acto de deportar personas que en muchos casos han dejado su propia tierra por motivos de pobreza extrema, de inseguridad, de explotación, de persecución o por el grave deterioro del medio ambiente, lastima la dignidad de muchos hombres y mujeres, de familias enteras, y los coloca en un estado de especial vulnerabilidad e indefensión".

Las críticas a Trump por parte de Francisco luego fueron in crescendo: "Esta cuestión no es menor: un auténtico estado de Derecho se verifica precisamente en el trato digno que merecen todas las personas, en especial, los más pobres y marginados. El verdadero bien común se promueve cuando la sociedad y el gobierno, con creatividad y respeto estricto al derecho de todos, como he afirmado en numerosas ocasiones, acogen, protegen, promueven e integran a los más frágiles, desprotegidos y vulnerables".

Para el Pontífice, "Esto no obsta para promover la maduración de una política que regule la migración ordenada y legal. Sin embargo, la mencionada ‘maduración’ no puede construirse a través del privilegio de unos y el sacrificio de otros. Lo que se construye a base de fuerza, y no a partir de la verdad sobre la igual dignidad de todo ser humano, mal comienza y mal terminará".

Y luego sobre el final, lanzó un llamado a los más de 280 obispos de Estados Unidos a la acción y a defender a los deportados. "Reconozco el valioso esfuerzo de ustedes, queridos obispos de Estados Unidos, cuando trabajan de manera cercana con los migrantes y refugiados, anunciando a Jesucristo y promoviendo los derechos humanos fundamentales. ¡Dios premiará abundantemente todo lo que hagan a favor de la protección y defensa de quienes son considerados menos valiosos, menos importantes o menos humanos!", les aseguró.

Para luego concluir: "Exhorto a todos los fieles de la Iglesia católica, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, a no ceder ante las narrativas que discriminan y hacen sufrir innecesariamente a nuestros hermanos migrantes y refugiados".