|
A una semana de la llegada al poder de los rebeldes sirios sigue la duda sobre cómo será su gobierno
Martes, 17 de diciembre de 2024
|
|
Los rebeldes islamistas que derrocaron al dictador sirio llevaron a cabo una administración pragmática y disciplinada en el territorio que controlab Bajo el liderazgo de Abu Mohammed al-Jolani, HTS abandonó su objetivo de jihad global para enfocarse en la expulsión de la familia Assad, que gobernó Siria durante 54 años. Este cambio estratégico incluyó la creación en 2021 de la Academia Militar, una institución diseñada para convertir a combatientes dispersos en una fuerza armada cohesionada.
—Dejaron de ser un grupo de milicianos para transformarse en algo cercano a un ejército regular —explica Jerome Drevon, analista del International Crisis Group.
El grupo también ha mostrado avances tecnológicos notables, como la formación de una unidad de drones. Algunos de estos dispositivos fueron fabricados localmente, mientras que otros provienen de mercados internacionales.
A pesar de las protestas y enfrentamientos ocasionales con otros grupos armados, HTS ha logrado establecer una estabilidad relativa en Idlib, una provincia que pasó de albergar a 1,5 millones de personas antes de la guerra a más de 3,5 millones con la llegada de desplazados. En aldeas habitadas por minorías religiosas, el grupo mantuvo a las autoridades locales en su lugar, evitando intervenir directamente en comunidades cristianas, drusas o alauitas.
Sin embargo, la tensión interna sigue siendo palpable. Los elementos más radicales dentro de HTS han sido relegados, pero su influencia persiste, especialmente cuando los líderes pragmáticos toman decisiones impopulares, como permitir la construcción de un centro comercial donde hombres y mujeres pueden mezclarse.
—Al final, los líderes de Idlib cedieron y el centro comercial se quedó —relata Ajjoub.
La gran incógnita es si HTS podrá replicar su modelo de gobernanza en un contexto nacional. En Idlib, donde los ministerios necesitan la aprobación directa de los líderes militares para cualquier decisión, el sistema funciona, aunque de manera rígida. Pero en un país diverso y fracturado como Siria, con 23 millones de habitantes y una geografía compleja, esta centralización podría ser un obstáculo.
A medida que los rebeldes avanzan hacia Damasco, el discurso de sus comandantes se enfoca en la unidad y la reconstrucción, dejando a un lado las aspiraciones de un estado islamista puro. Para HTS, el reto no solo será mantener el control, sino demostrar que su pragmatismo puede superar los fantasmas de su pasado.
|
|
|