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ESI es polémico en el contenido de los textos destinados a nivel inicial y primaria
Martes, 12 de noviembre de 2024
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Si los títulos enviados a los colegios secundarios dejaron a muchos en shock, cabe señalar que los materiales didácticos que la Dirección de Educación de la provincia de Buenos Aires destina a las clases de educación sexual para niños desde los 4 años no le van en saga. Desde las escuelas se enseña ESI, sin embargo hay imágenes que son polémicas para los niños en edad de seis a 11 años e cursan en las escuelas primarias y no estan , “Las identidades disidentes -dice el texto que acompaña las ilustraciones- son aquellas formas de autopercepción que están por fuera de la idea tradicional de la binariedad y la heterosexualidad. Por ejemplo, las personas homosexuales, travestis o transgénero”.
Y agregan: “La identidad de género es la construcción de la autodeterminación en relación con la sexualidad. Las personas no siempre reflejamos una concordancia con nuestro sexo biológico. Es así que debemos entenderla de una manera amplia y móvil, que excede exclusivamente a la genitalidad definida por el binomio hombre-mujer”.
Finalmente, el texto aclara que estas cuestiones son “parte de las vivencias de nuestros/as estudiantes”. Esa sería la justificación para incluirlas en estos materiales.
Otro título propuesto, “Identidades. niñez, adolescencia e identidad de género”, es un libro-juego que permite ir “levantando y combinando piezas de las maneras más diversas”. De este modo “se trabaja la libertad de autopercibirse, proporcionando imágenes de cuerpos diversos”. Esto permite ponerle genitales masculinos a una niña o, viceversa: femeninos a un varón.
La idea que se transmite es que la transición de género es un juego de niños.
Los promotores de la ESI dicen que ésta transmite conocimiento científicamente validado.
Sobre este tema sí existe ese conocimiento: el del Informe Cass, elaborado por pediatras ingleses, que concluye que se ha estado usando bloqueadores de pubertad y hormonas en menores de edad de modo experimental, sin la suficiente evidencia, y que esos tratamientos tienen graves efectos secundarios y causan daños irreversibles. Esto llevó al gobierno británico a prohibir el uso de bloqueadores de pubertad y a eliminar la ideología de género de los contenidos de la educación sexual.
Sileoni dice que la ESI no promueve el transgenerismo. Lo que se busca, como señala el documento oficial que acompaña la lista de materiales, es “interrogarse sobre los roles de género” y “nuevas formas de masculinidad y femineidad”.
Hay textos destinados a hablar de la diversidad de los cuerpos, o de la aceptación de lo diferente, pero curiosamente nada referido a las relaciones heterosexuales, a la concepción, la gestación, el nacimiento. No se habla de los aparatos reproductivos masculino y femenino.
El primer texto de la lista destinado a los docentes se titula: “TRANS-formando la ESI. Por una Educación Sexual Integral para todes”. Este material apunta a “garantizar la equidad de género”, entre otras cosas. ¿Acaso la equidad de género no está ya garantizada en este país?
Las autoras de texto “nos presentan en este libro el camino de deconstrucción que inician desde ellas mismas, la necesidad de aprender, cuestionarse, para luego poder enfrentar a las instituciones y a la sociedad, explicando y enseñando de qué se habla cuando se habla de niñeces trans”, explica el documento.
Otros títulos para los docentes son “Educación Sexual Integral con perspectiva de género. La lupa de la ESI en el aula”; “Educación Física: rupturas y avances. Propuestas para implementar la ESI”; “Diversidad y Género en la Escuela”; “Lenguaje Inclusivo y ESI en las aulas”, etc.
Entre los materiales pedagógico-didácticos, “Infancias Libres” propone “actividades para educación en géneros”, como el desarrollo de diversos talleres “afirmando que la construcción de los géneros nos atraviesa a todas y todos”.
También distribuyen un juego, llamado “Nos”, para niños de primaria, a los que se invita a “explorar y cuestionar las representaciones tradicionales de género y cuerpo”.
Alberto Sileoni defendió la lista de libros enviados a los colegios secundarios diciendo que era literatura, que estaban destinados al ciclo orientado, es decir de 3° a 5° año y que su uso era mediado o supervisado por el docente.
Pero una recorrida por los libros y materiales destinados a la ESI en nivel inicial y en primaria también impacta por dos motivos: primero que todo el contenido tiene un enfoque queer: el sexo biológico es casi un accidente; segundo, la inadecuación de la temática a las edades a las que está destinada.
“A través de solapas y combinaciones, permite crear y recrear personajes, desafiando los estereotipos binarios y fomentando la imaginación”.
La idea es “romper con las limitaciones impuestas por las normas de género”. “Nos” es “una obra que celebra la diversidad, la creatividad y la libertad de construir nuestra propia identidad… “, etc.
Lo llamativo en este caso son las ilustraciones, por demás ambiguas. Un menor bañándose con un adulto. Una niña bailando con un señor. Y obviamente dos varones, niños, “conociéndose”.
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