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“Uno de los momentos más aterradores fue ver correr a Lyles con COVID-19"
Miércoles, 14 de agosto de 2024
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La dura crítica a la seguridad del evento por su pasividad al ver al atleta desplomado en el piso. El campeón olímpico de los 100 metros compitió con el virus y terminó tercero en la final de los 200 Fue uno de los grandes impactos en los Juegos Olímpicos de París 2024 y se trató de la imagen de Noah Lyles desplomado en el piso y siendo asistido luego de la final de los 200 metros en la que terminó tercero en la especialidad que coronó a Letsile Tebogo. El velocista estadounidense corrió esa competencia con COVID-19 y fue retirado en una silla de ruedas. Terminada la cita en Francia, la madre del atleta de 27 años disparó munición gruesa en contra de la seguridad del evento.
Keisha Caine Bishop expresó su angustia y frustración ante la tardanza del equipo de seguridad del Stade de France en asistir a su hijo. “¡Este fue uno de los momentos más aterradores de mi vida! Ver a mi hijo sostenerse el pecho mientras jadeaba y la seguridad del estadio se negaba a llamar a un médico mientras le rogué que le enviaran ayuda”, relató en un duro posteo en su cuenta de Instagram.
Y subrayó que “también se negaron a hacer cualquier cosa para ayudar. ¡Me ignoraron por completo! ¡Ningún padre debería experimentar jamás este sentimiento de impotencia!”
Aunque en su publicación agradeció a la delegación estadounidense. “Al equipo de seguridad, rezo para que si su ser querido alguna vez necesita ayuda, lo traten mejor que a nosotros. También doy gracias a Dios porque está mejorando”, concluyó.
En tanto que Keisha también brindó su gratitud al canal NBC por su apoyo y consideración humana durante el difícil momento, contrastándolo con la respuesta deficiente del personal de seguridad del recinto galo.
Lyles reveló que sufría ese virus desde hacía varios días, una condición que, sumada a su asma, no le impidió obtener la medalla de bronce. Aunque tras la competencia quedó tendido en la pista, evidentemente afectado por su salud y luchando por respirar.
El norteamericano ha tenido una actuación impresionante en sus segundos Juegos Olímpicos. La semana pasada, el atleta de 27 años le dio a Estados Unidos su primera medalla de oro en los 100 metros desde 2004, al vencer al jamaiquino Kishane Thompson en un final de fotografía. Lyles terminó con un mejor tiempo personal de 9.784, mientras que Thompson terminó con un tiempo de 9.789.
Tres días después del incidente, Lyles confesó a la prensa que había sido puesto en cuarentena cerca de la Villa Olímpica y medicado adecuadamente, pero su deseo de competir lo llevó a mantenerse activo dentro de las posibilidades permitidas.
De los últimos días de competencia, consideró que el día de la carrera fue el mejor en términos de condición física, aunque no se encontraba al 100%. Según su entrenador, Lance Brauman, “Lyles compitió con fiebre de 39°C, un hecho que realza el mérito de su logro en condiciones adversas”.
La presencia del virus obligó a Lyles a finalizar su participación en los Juegos antes de lo previsto, dejando fuera su intervención en los equipos de relevo 4x100m y 4x400m. Actualmente, Lyles ha dado negativo por COVID-19 y se prepara para futuros desafíos con la mirada puesta en una revancha olímpica en su propio país, Estados Unidos. El campeón olímpico de 100 metros afirmó sentirse mucho mejor, y su entrenador ya vislumbra un regreso espectacular para Los Ángeles 2028.
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