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Yuyito González: “Me preguntan todo el tiempo si estás de novia con Javier Milei”
Miércoles, 14 de agosto de 2024
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En esta cuarta entrega, la conductora y la influencer se animaron a compartir algunos de sus secretos. El orgullo por la supermujer que sale adelante en la adversidad y la vergüenza por las fotos en topless que googleaban sus compañeros de colegio. Hoy se presenta la cuarta entrega del segmento #VivaLaFamilia, el espacio que reúne a diferentes familias de figuras públicas para explorar algunos momentos que compartieron, repasar sus trayectorias desde la perspectiva de cada integrante y mostrar sus diferencias. A partir de una serie de preguntas, los participantes también tienen la oportunidad de jugar y divertirse; y, el público, de conocerlos un poco más.
En esta oportunidad, se presentaron Amalia Yuyito González y su hija menor Brenda Di Aloy, fruto de su vínculo con César Di Aloy, con quien también tuvo a Stefano. Juntas detallaron algunas intimidades ante la cámara y repasaron cuestiones universales que le pasan tanto a los famosos como a los comunes. La actriz también es madre de Bárbara, de su relación anterior y mucho más mediática con Guillermo Coppola, y esa parte de su vida también se charló ante las cámaras. Ninguna de las dos esquivó las versiones que vinculan a la exvedette con el presidente Javier Milei. En definitiva, Amalia y Brenda se divirtieron, se emocionaron y en algunas cosas no se pusieron de acuerdo. Como en las mejores familias.
“Soy Brenda y en esta nota me quemaste con cosas que no quería que hables”, protestó la joven al terminar la entrevista. “Pará un poco. Vos me preguntaste de qué íbamos a hablar y yo te dije. Y en otro momento, empezaste a hablar de algo que dijiste que no ibas a hablar”, se defendió la actriz. Y en esa complicidad transcurrió la charla, que había comenzado un rato antes con un elogio de madre -”Me encantan tus uñas”-, y un reproche de hija -”Me gusta tu blazer, que de hecho, es mi blazer”.
“¿En qué momento dijiste: ‘Aguante mi vieja’?”, preguntó Yuyito. Belén hizo una pausa y recordó una época de dificultades. “Cuando fui consciente de que estábamos medio en la lona económicamente y vi tu cambio para manejar la economía. Vi cómo nos empezaste a decir que ‘No’ en un montón de cosas, que para una madre siempre es difícil”, recordó la influencer y periodista, quien reconoció que a medida que fue creciendo tuvo la perspectiva necesaria para darse cuenta. “Pude ver cómo te ordenaste, cómo evolucionaste, cómo pusiste límites y cómo saliste adelante. Y ahí dije: ‘Qué grande que es mi vieja’”, sentenció.
Amalia escuchó atentamente y devolvió el cumplido. “Fue un momento en que decidí hacer cambios fuertes, entre ellos, en la economía, y fue un reaprendizaje enorme porque me di cuenta que vos y tus hermanos son unos genios para administrarse, trabajar y triunfar”.
El itinerario siguió con un juego a través del tiempo. “¿Cómo te imaginás que era yo cuando tenía tu edad?”, indagó Yuyito, que a los 27 que hoy tiene su hija ya era mamá de Bárbara. “No lo puedo creer. Yo no me imagino como madre, a mi edad me siento como bastante niña comparando con 27″, admitió Brenda. “Siento que vos a tus 27 ya eras como una supermujer. Yo también me siento una supermujer, pero son dos historias completamente distintas. Vos estabas criando a un ser humano y yo recién ahora me fui a vivir sola y estoy empezando a descubrir un montón de cosas de la vida adulta que antes no sabía”.
Aquí, Amalia hizo un alto y marcó otra diferencia, que también es una marca de época: “Yo nunca viví sola hasta el día de hoy. Primero viví con mi familia, después con mis parejas y luego con mis hijos”, rememoró. “Lo que te perdiste...”, la desafió Brenda, aunque su madre la corrigió: “Ahora capaz empiezo a vivir mi vida de soltera, real”, afirmó, antes de retomar el tema de la maternidad .”A mí me cambió totalmente tener una hija. Aparte me parece que los veintialgo de aquellos años no son los de ahora. Siento que la adolescencia se estiró”, razonó, y su hija avaló, con conocimiento de causa. “Yo me siento adolescente todavía. Si bien soy súper independiente, vivo sola, trabajo y me independicé a los 18, siento que tengo alma de adolescente todavía”.
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