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El sistema de seguridad de las impresionantes bóvedas de oro de la Reserva Federal
Viernes, 28 de junio de 2024
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Contienen aproximadamente 25% de las reservas mundiales, valoradas en unos 250 mil millones de dólares En las profundidades del sur de Manhattan, justo a dos calles de Wall Street, se oculta la mayor reserva de oro del mundo. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York alberga más de medio millón de lingotes de oro, distribuidos en pilas que alcanzan hasta los tres metros de altura. Esta impresionante colección dorada está guardada en una bóveda subterránea, situada a aproximadamente 25 metros por debajo de Liberty Street.
Aunque muchos pueden pensar que todo el oro de Estados Unidos se guarda en Fort Knox, la Reserva Federal de Nueva York custodia alrededor del 25% de las reservas mundiales de oro. Cada lingote, que pesa aproximadamente 12 kilos, tiene un valor que ronda los 500 mil dólares, sumando en conjunto un valor estimado cercano a los 250 mil millones de dólares. Este oro pertenece en su mayoría a bancos centrales, gobiernos extranjeros y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), no así al propio banco de la Reserva Federal.
La bóveda de oro de la Reserva Federal se diseñó en 1920 y se construyó entre 1921 y 1924.
Está equipada con medidas de seguridad excepcionales, entre las cuales destaca una entrada cilíndrica de acero de 90 toneladas, que se alinea con un marco de acero y hormigón de 140 toneladas para formar un cierre hermético. Para acceder a la bóveda y mover los lingotes, se necesitan tres equipos de seguridad: uno para cada combinación de la cerradura y un tercero que guarda la llave de un pequeño candado.
El oro se transporta hasta la bóveda mediante un ascensor que baja desde el nivel de la calle hasta el sótano donde se ubica. Una vez dentro, los lingotes se verifican y se almacenan en uno de los 118 compartimientos numerados, asegurados con cerraduras de combinación y sellos de auditoría.
Los compartimientos están diseñados para que cada cliente tenga su espacio exclusivo, que mantiene la confidencialidad de las cuentas. Sin embargo, hay visitas guiadas, lo que permite al público conocer su existencia y comprender la función de la Reserva Federal en la economía mundial.
A lo largo de su historia, la mayor parte del oro de la bóveda llegó durante y después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos países eligieron guardar sus reservas en un lugar seguro. En su apogeo, en los años 60′s, la bóveda contenía más de 12 mil toneladas de oro. Aunque la actividad ha disminuido con el tiempo, la bóveda sigue siendo el depósito más grande de oro monetario conocido en el mundo, con aproximadamente 507.000 lingotes en 2024.
Países con mayores reservas de oro:
EEUU.: 8.134 toneladas. Alemania: 3.364 toneladas. Italia: 2.452 toneladas. Francia: 2.436 toneladas. Rusia: 2.299 toneladas. China: 1.948 toneladas. Suiza: 1.040 toneladas. Japón: 765 toneladas. India: 642 toneladas. Países Bajos: 612 toneladas.
Los lingotes no solo representan una medida de seguridad financiera sino también física. La idea de concentrar tanto oro en un solo lugar facilita las transferencias entre países, las cuales se realizan moviendo los lingotes de un compartimiento a otro. Cada movimiento de un lingote tiene un costo de aproximadamente 1,75 dólares. Sin embargo, guardar el oro en la bóveda no tiene costo adicional.
En términos de seguridad, el diseño de la bóveda es extremadamente robusto. Las paredes son de hormigón armado y el acceso está protegido por un cilindro de acero de 90 toneladas. Además, el recinto dispone de un sistema de vigilancia y seguridad las 24 horas, que incluye monitoreo por cámaras y sensores de movimiento.
El Banco de la Reserva Federal de Nueva York no permite que individuos privados o entidades del sector privado almacenen oro en la bóveda. El oro almacenado está en custodia exclusivamente de gobiernos y organismos internacionales. Gracias a todas estas medidas, la bóveda ha mantenido una impecable reputación de seguridad y confianza, considerada invulnerable para cualquier intento de robo.
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