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Los resultados de las pericias de ADN complicaron a dos rugbiers
Martes, 2 de junio de 2020
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Confirmaron que había sangre de Blas Cinalli en una uña de la víctima y sangre de Fernando en la camisa de Matías Benicelli.
Los resultados de ADN por el crimen de Fernando Báez Sosa (18), cometido el 18 de enero en la puerta de un boliche de Villa Gesell, dejaron más comprometidos a dos de los ocho rugbiers que permanecen detenidos.
Se trata de Blas Cinalli, cuya sangre fue hallada en la uña del dedo meñique izquierdo de la víctima, un resultado que ya había sido anticipado a mediados de abril, y de Matías Benicelli, en cuya camisa había sangre suya y también de Báez Sosa.
El informe, al que accedió Clarín y fue elaborado en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses de Junín, consta de 115 muestras de ADN recogidas a la víctima y a los 10 imputados. En la mayor parte de la ropa de los acusados había sangre de ellos y de otras personas no identificadas.
"Esto no excluye a los demás, porque en los videos de las cámaras de seguridad se ve claramente que todos pegan. A veces el ADN puede desaparecer por el tratamiento del cuerpo. No descarta que haya habido otros actores en la golpiza", le dijo a Clarín el abogado de la familia de Báez Sosa, Fernando Burlando.
El viernes último, además, comenzaron las pericias scopométricas a las zapatillas secuestradas de los rugbiers, mediante la que se comparará el dibujo de las suelas con la huella hallada en el rostro de la víctima.
En este estudio comparativo, los calzados secuestrados en el domicilio que los jóvenes imputados alquilaban en Gesell serán cotejados con los registros de una huella que Fernando presentaba en el rostro.
"Se hace un cotejo entre la impronta del rostro de la víctima, que dejó un dibujo claro, y al cual se le sacaron fotos, con las huellas del calzado, y se hace todo un análisis de superposición de imágenes", detalló a Télam una fuente del caso.
Estas pericias habían sido solicitadas por la fiscal Verónica Zamboni, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 6 de Villa Gesell, quien lleva adelante la causa en la que tiene detenidos a los rugbiers Máximo Thomsen (20), Ciro Pertosi (20), Luciano Pertossi (18), Lucas Pertossi (21), Enzo Comelli (20), Matías Benicelli (20), Blas Cinalli (19) y Ayrton Viollaz (21).
Estos ocho jóvenes están imputados como coautores del delito de "homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas" de Báez Sosa, cometido frente al boliche Le Brique de Villa Gesell.
Además, están imputados en calidad de "partícipe necesario" Juan Pedro Guarino (19) y Alejo Milanesi (20), quienes fueron excarcelados.
Según el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, se cree que la instrucción del caso podría finalizar en agosto, tras lo cual se pedirá la elevación a juicio del expediente.
En la causa, a cargo del juez de Garantías de Villa Gesell, David Mancinelli, también se encuentran pendientes los peritajes psicológicos y psiquiátricos solicitados para los ocho rugbiers que están detenidos en la alcaidía 3 de Melchor Romero, en La Plata, luego de haber sido trasladados desde la Unidad Penitenciaria 6 de Dolores, donde estaban alojados desde el 29 de enero.
Esas medidas estaban programadas entre el 13 y el 24 de abril en la Asesoría Pericial de La Plata, pero el decreto de aislamiento por la pandemia de coronavirus obligó a postergarlas y por el momento no tienen fecha prevista, ya que eso depende de que finalice la cuarentena.
Los peritajes psicológicos y psiquiátricos habían sido solicitados por Mancinelli a partir del pedido de arresto domiciliario por parte de la defensa de los detenidos, a cargo de Hugo Tomei, y su resultado también es aguardado por la fiscal para incorporarlo al expediente, antes de requerir la elevación a juicio del caso.
En el marco del incidente de morigeración, además, deberán esperar el fin de la cuarentena los informes socioambientales que el magistrado solicitó a la Asesoría Pericial del Departamento Judicial Zárate-Campana, para conocer quiénes viven en los domicilios fijados en la causa por cada imputado y quiénes serían eventualmente los tutores de conducta, qué dinámica familiar existe y la situación habitacional y laboral del grupo.
El crimen de Fernando se produjo cerca de las 4.40 de la madrugada del sábado 18 de enero frente a Le Brique, en pleno centro de Villa Gesell, cuando el joven fue atacado a patadas y trompadas.
El ataque quedó grabado por cámaras de seguridad y teléfonos celulares, por lo que horas después fueron detenidos los 10 rugbiers que veraneaban en el balneario bonaerense.
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