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La Argentina no pagó y entró en default, pero buscará presentar una nueva oferta
Sábado, 23 de mayo de 2020
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El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró que el diálogo va por el buen camino, pero los acreedores aseguran que no comenzó la negociación
El final estaba cantado. Tal como se preveía, y como lo había adelantado extraoficialmente el propio Gobierno, la Argentina no pagó los USD 503 millones de los intereses de los bonos globales que vencían hoy y entró técnicamente en default. No habrá una declaración oficial del soberano como ocurrió durante la presidente de Adolfo Rodríguez Saá a fines del 2001, pero el incumplimiento ya es un hecho.
Según precisó una fuente oficial a Infobae, la semana próxima habrá una notificación del trustee (agente fiduciario) de los bonos a los tenedores avisando del incumplimiento en el pago dentro de los plazos previstos en el prospecto del título, tal como se procedió en el caso de la provincia de Buenos Aires. Como el lunes es feriado, la comunicación se hará seguramente el martes 26.
El Gobierno y los acreedores coincidieron en remarcar que como las partes están negociando -aunque sin diálogo fluido- esta falta de pago carece de gravedad, ya que podrá ser enmendada rápidamente si se llega a un acuerdo de canje en el corto plazo.
Sin embargo, la asociación que agrupa a los traders de los mercados emergentes (EMTA) ya declaró esta tarde que los bonos soberanos deberían cotizar “flat”, como reflejo del default.
De hecho, más temprano, el embajador de la Argentina ante el gobierno de Estados Unidos, Jorge Argüello, confirmó en una carta que no se pagaría el vencimiento de hoy, pero que continúa el diálogo con los acreedores privados al menos por 10 días.
Al respecto, Gabriel Torres, jefe de estrategia soberana de Moody’s, expresó desde Nueva York que "el día de hoy, después de haber concluido un período de gracia de 30 días, el Gobierno de Argentina incumplió un pago de intereses por USD 503 millones que originalmente vencía el 22 de abril pasado. Este incumplimiento de pago es consistente con la opinión crediticia soberana de Moody’s que, tal como refleja nuestra actual calificación de Ca, incorpora pérdidas significativas para los inversores. Viendo hacia adelante, Moody’s anticipa que el panorama para la reestructuración de la deuda de Argentina muy probablemente se tornará más complicado”.
Los tiempos para concretar una reestructuración de los USD 66.500 millones de títulos emitidos bajo ley extranjera volvieron a ser postergados, ahora hasta el 2 de junio inclusive, a las 17 hora de Nueva York, pero en el mercado no descartan que pueda haber otra prórroga, ya que “no se puede negociar en seis días”, dijo a Infobae el representante de un importante fondo de inversión.
En Economía admiten, por lo bajo, que desde que las contrapropuestas fueron presentadas, el viernes pasado, no hubo diálogo con los tres comités de acreedores, pero trabajan en una nueva propuesta que sea sustentable y que se adapte a los pedidos de estos grupos. El equipo liderado por Martín Guzmán está evaluando alternativas para mejorar el valor presente de la oferta sin incumplir con los parámetros de sustentabilidad fijados y avalados por el Fondo Monetario Internacional.
“Lo mejor sería presentar una nueva oferta que ya tiene anclaje de ciertos grupos de acreedores”, dijo una fuente oficial. Pero los acreedores sostienen que para garantizarse una buena aceptación, el Gobierno debe negociar las condiciones de la propuesta debido a que los distintos grupos de bonistas tienen intereses diversos.
Si las autoridades presentaran, ante la Securities & Exchange Commission (SEC) una enmienda a lo ya informado de forma unilateral en base a parámetros establecidos por los acreedores en sus respectivas ofertas, no estaría garantizado el éxito, según sostienen fuentes de los fondos. Por algo los tres grupos presentaron propuestas diferentes.
Los tres comités de acreedores -Ad Hoc, Comité de Acreedores y el Argentina Exchange Bondholders- esperan una convocatoria en los próximos días, pero tienen la sensación de que el ministro Guzmán no ha modificado en nada su estrategia de negociación, que consiste justamente en no dialogar.
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