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Las cantidades vendidas en supermercados cayeron en 2019 entre 3% y 19%
Jueves, 27 de febrero de 2020
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En diciembre último se acumuló 18 meses con receso de las operaciones en los grandes centros de consumo de la población, y 20 en los pasados 2 años. Ganadores y perdedores
Las ventas a precios corrientes del conjunto de cadenas de supermercados sumaron en diciembre $83.597 millones, lo que representó una disminución de 6,3% respecto a un año antes en términos ajustados por inflación; acumuló así 18 meses consecutivos con receso. Mientras que en el acumulado del 2019 el total de ingresos de esos establecimientos ascendió a $686.888 millones, pero declinó 9,3% en valores reales, según el relevamiento del Indec.
La profundidad de la recesión en este canal comercial de acceso masivo de la población se manifestó en prácticamente todos los rubros en el promedio del año, como en los canales de compra y formas de pago, con muy pocas excepciones; en tanto registró signos de recuperación parcial en el caso puntual del cierre del año.
La profundidad de la recesión en este canal comercial de acceso masivo de la población se manifestó en prácticamente todos los rubros en el promedio del año, como en los canales de compra y formas de pago, con muy pocas excepciones Probablemente, las primeras medidas del nuevo Gobierno destinadas a paliar la situación de los sectores de bajos ingresos contribuyeron a provocar ese punto de giro, aunque sin la fuerza suficiente como para generar un rápido cambio de tendencia, como luego lo reflejaron los índices de producción industrial elaborados por consultoras privadas, y los patentamientos de automotores y motos.
Sólo los denominados bienes inferiores, aquellos que tienden a registrar aumento de la demanda cuando se debilita el ingreso de los trabajadores y jubilados, porque dejan de consumir productos de mayor valor relativo, acusaron en el último mes de 2019 un modesto crecimiento de las cantidades vendidas por el conjunto de supermercados: panadería 2,3%; carnes 0,3% y almacén 0,1%, según surge de ajustar el monto nominal de las operaciones por el índice oficial de precios al consumidor para esos rubros que informó el Indec.
Y si bien en el promedio del año prácticamente no se registraron rubros con incrementos en las cantidades vendidas en comparación con el total del año previo, fue en esos rubros donde la magnitud de la recesión fue sensiblemente menor que al resto de los bienes que componen la canasta de compra habitual de las familias en esos grandes establecimientos.
Claramente, un factor atenuante de las cantidades demandadas por la población, derivada de la generalizada disminución de los ingresos reales, es la amplia oferta de productos que cumplen con las condiciones básicas requeridas, pero que se inscriben dentro de las categorías de segundas y terceras marcas, y que tienen por tanto menor precios que el de la franja superior.
De ahí que no sorprendió que entre las bajas más marcadas sobresalieran los rubros electrónicos y artículos para el hogar 19%, en el total del año en el agregados de los supermercados; bebidas con un 14%; limpieza y perfumería más de 15%; e incluso verdulería y perfumería 13%, aunque probablemente en este caso por efecto del desplazamiento de los consumidores a los establecimientos de cercanía y en particular, ferias barriales que suelen ofrecer menores precios.
Entre las bajas más marcadas sobresalieran los rubros electrónicos y artículos para el hogar 19%, en el total del año en el agregados de los supermercados; bebidas con un 14%; limpieza y perfumería más de 15%; e incluso verdulería y perfumería 13% por ciento En cambio, mostraron menores tasas de contracción del consumo, en el promedio del año, rubros como carnes con 3,7%, aunque sin especificar el Indec qué tipo de productos y cortes; y alimentos preparados; y también lácteos 6% en cada caso.
Cambios en los hábitos de pago
Otro efecto de la prolongada recesión, parece que se extenderá hasta los primeros meses del corriente año, se manifestó en diciembre en el mayor uso de la tarjeta de crédito en los supermercados, creció 3,3% en términos reales; y de las compras por internet 9%, aunque aún mantienen una incidencia menor al 2% del total. Mientras que cayó severamente, más de 16%, el pago con tarjeta de débito; y casi 8% el uso de efectivo.
De todas formas, en el promedio del año todos los medios de pago acusaron notables disminuciones en los montos reales operados, aunque sobresalieron con caídas muy superiores al promedio general de 9,7% el uso de efectivo 12,5%; y las promociones especiales a través de tarjetas empresarias y propias de los centros comerciales, con 17,5%. Por el contrario, registraron bajas menores los efectivizados con tarjeta de débito casi 7% y crédito un 8,3 por ciento.
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