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Guzmán define en Nueva York los detalles de la quita que le pedirá a los bonistas
Miércoles, 26 de febrero de 2020
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El funcionario llegó a Manhattan luego de pasar por Washington, donde tuvo un encuentro con autoridades del FMI.
Rodeado de un gran hermetismo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, mantuvo reuniones este martes en Nueva York para afinar la quita que pedirá a los bonistas que poseen títulos argentinos bajo ley extranjera.
El funcionario llegó a Manhattan luego de pasar por Washington, donde tuvo un encuentro con autoridades del Fondo Monetario Internacional para continuar el diálogo sobre la sustentabilidad de la deuda “en un momento crítico porque es previo a una oferta de canje”, según dijo Guzmán a corresponsales argentinos poco antes de ingresar a la reunión en el edificio del FMI.
Luego tomó un vuelo hacia Nueva York para tener contactos este martes con los principales tenedores de bonos, bancos y entidades asesoras que son necesarias en el mecanismo para concretar una oferta. No se divulgó su agenda oficial. Si bien en principio se pensaba que Guzmán estaría solo el martes en la ciudad, el funcionario extendió un día más su estadía.
Dado que el presidente Alberto Fernández estableció el 31 de marzo como fecha límite para resolver el tema de la deuda, hay procesos que deben ponerse en marcha de forma urgente. Primero, el Gobierno debe contratar a una entidad asesora --formada por financistas, abogados y lobbystas-- para evaluar, en base a la capacidad de pago del país, una oferta con solidez técnica que pueda ser aceptada por buena parte de los bonistas. Néstor Kirchner contrató -en 2003- al francés Lazard Frères y ahora se especula con que podría ser el Rothschild.
Luego de que esta entidad elabora la oferta, comienza el proceso formal de colocación, que debe hacerlo un banco más grande, con mayor contacto con los bonistas. Podrían ser el Deutsche Bank, el Bank of America o el JPMorgan, entre otros. Todo esto debe definirse rápidamente estos días ya que el tiempo apremia y Guzmán seguramente habló con representantes de estos grupos en Manhattan.
Los tenedores de bonos más importantes son BlackRock, Templeton, Pimco, Gramercy, Greylock y Fidelity, entre otros, y se estima que ha tomado contacto con ellos. La última vez que Guzmán estuvo con estos fondos y otros en Manhattan, a principios de febrero en el Council of the Americas, la presentación del ministro no fue muy bienvenida. Los inversionistas criticaron fundamentalmente que Guzmán solo haya brindado pautas económicas generales, sin demasiadas precisiones.
Semanas después, no se ha avanzado demasiado al respecto. Una fuente al tanto de la negociación en Manhattan señaló a Clarín que “hay que reestructurar, pero en el contexto de un programa serio y claro. Por ahora es pura narrativa oficial”. Y reclaman ver los números, sobre todo las metas fiscales del futuro programa, para ver si aceptan o no una oferta. “Los grandes bonistas esperan y rezan que puedan sentarse a discutir con datos”, agrega.
El Gobierno, según anunció Guzmán en el Congreso, busca aplazar los vencimientos hasta 2023, cuando estima que la economía volverá a crecer. Quiere, además, que los acreedores privados hagan una quita sustancial de su deuda, que algunos colocan cerca de un 30%. El propio FMI avala esa idea, ya que ha dicho que la deuda de Argentina no es sostenible, como pregonaba el presidente Alberto Fernández, y pidió un “contribución apreciable” a los bonistas.
Algunos piensan que el Gobierno pide demasiado esfuerzo sin aportar números, algo que es fundamental para los inversionistas. “Hay mucha ligereza”, dicen. Parafraseando al ex ministro Juan Carlos Pugliese, “les hablan con el corazón y ellos (los bonistas) responden con el bolsillo”.
En palabras más amables, Hans Humes, presidente de Greylock Capital, ya había dicho a Clarín que “los acreedores privados están dispuestos a hacer concesiones”, aunque agregó que “hubiéramos recibido con agrado más datos analíticos que podrían ser la base para ver qué brechas existen y cómo los acreedores pueden ayudar a cerrar esas brechas”.
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