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El Equipo Argentino de Antropología Forense, postulado al Premio Nobel de la Paz 2020
Viernes, 14 de febrero de 2020
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La candidatura de la organización científica no gubernamental fue presentada por Karina Batthyány, secretaria ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, y Alejandro Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes. Competirá contra Donald Trump y Greta Thunberg, entre otros
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) fue postulado al Premio Nobel de la Paz 2020. El fundamento de la candidatura radica en “la tarea del EAAF en el ámbito de la ciencia aplicada a conocer la verdad y colaborar con la justicia”. La iniciativa fue presentada por Karina Batthyány, secretaria ejecutiva del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), y Alejandro Villar, rector de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
“Su tarea tiene un alcance global: trabajó en más de 60 países con víctimas de desapariciones forzadas; violencia étnica, política, institucional, de género y religiosa; desapariciones actuales; narcotráfico; trata de personas, crimen organizado, procesos migratorios; guerras y conflictos armados; accidentes y catástrofes”, anunció CLACSO a través de un comunicado. En el texto, afirman que sus labores se sustentan en los principios de los derechos humanos, del derecho humanitario internacional y en el respeto por el derecho individual y colectivo a la identidad, la verdad y la justicia.
El Equipo Argentino de Antropología Forense es una organización científica, no gubernamental, sin fines de lucro, fundada en Argentina en 1984 que aplica las ciencias forenses, principalmente la antropología y la arqueología, a la investigación de violaciones a los derechos humanos alrededor el mundo. Nació con el propósito de investigar los casos de los desaparecidos durante la última dictadura militar. Al principio, era un cuerpo de cinco estudiantes universitarios comandados por el antropólogo estadounidense Clyde Snow, que había llegado al país junto a otros seis miembros de la Asociación Americana por el Avance de la Ciencia, convocados por la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y la CONADEP.
Treinta y seis años después lo integran 70 profesionales y sus servicios son solicitados de todas partes del mundo: realizó misiones en países como Angola, Bolivia, Bosnia, Brasil, Chile, Colombia, Croacia, la República Democrática del Congo, Timor Oriental, El Salvador, Etiopía, Polinesia Francesa, Guatemala, Haití, Honduras, Indonesia, Kurdistán, Irak, Kosovo, Costa de Marfil, México, Panamá, Paraguay, Perú, Filipinas, Rumania, Sierra Leona, Sudáfrica, Uruguay, Venezuela y Zimbabwe.
Se trata de un grupo pionero que desarrolla técnicas científicas en el campo de la Antropología Social, la Arqueología, la Antropología Forense, la Informática y la Genética. Su edificio principal funciona en el predio de la ex Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), tiene un laboratorio genético en Córdoba, una oficina en México y otra en Nueva York.
Su prestigio se expresa en los casos más resonantes en los que ha contribuido: los restos del “Che” Guevara en Bolivia, los cuerpos del poeta Pablo Neruda y el ex presidente chileno Salvador Allende, la identificación de las 122 tumbas anónimas en el cementerio de Darwin de las Islas Malvinas, los 150 cuerpos sin identificar en el Cementerio de Avellaneda, la muerte de 11 diputados de Colombia secuestrados por las FARC, su labor como peritos de los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, México, el reconocimiento del cuerpo de Azucena Villaflor, fundadora de Madres de Plaza de Mayo, los casos de Santiago Maldonado, Carlos Menem Jr. y Marcelo Gelman, hijo del escritor Juan Gelman.
“Nos fuimos dando cuenta de que acá los médicos trabajaban mal, de que los jueces muchas veces no sabían qué hacer; fueron algunos de esos jueces los que confiaron al principio en nosotros y nos llamaron para hacer las cosas de otra manera”, dijo Luis Fondebrider, actual director del EAAF y uno de los cinco estudiantes de la formación inicial del equipo. En sus primeros casos, los criticaban por todo, “por el aspecto, por cómo estábamos vestidos, porque íbamos todos juntos a los lugares, pero nunca por la capacidad científica”, acreditó.
El plazo para postular los candidatos al Premio Nobel de la Paz venció el primero de febrero. El comité elegirá en octubre a los galardonados por mayoría de votos. “La decisión es definitiva y sin posibilidad de apelación”, dice el estatuto.
El 10 de diciembre se celebrará la entrega del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, donde recibirán una medalla, un diploma y un documento con el monto del precio. La efeméride coincide con la fecha de la muerte de Alfred Nobel, el creador de las distinciones que llevan su nombre.
Entre los postulados también están la joven sueca Greta Thunberg, el presidente de los Estados Unidos Donald Trump, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ANCUR) y Reporteros sin fronteras.
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