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El enigma Stefanini: 5 años sin novedades y 115 líneas telefónicas investigadas
Jueves, 7 de noviembre de 2019
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El empresario desapareció el 17 de octubre de 2014 en Vicente López. ¿Cuál es la principal hipótesis?
Damián Stefanini (49) desapareció poco antes del mediodía del viernes 17 de octubre de 2014, en Vicente López. Estaba felizmente casado, disfrutaba de su beba de seis meses, y tenía varios proyectos en marcha, entre ellos la construcción de tres barcos. No había razones para que decidiera esfumarse por su cuenta.
Aunque durante estos cinco años distintas versiones lo ubicaron viviendo de incógnito en Paraguay y Brasil, lo cierto es que la principal hipótesis es que alguien lo secuestró y asesinó. Los potenciales homicidas y los posibles móviles fueron muchos a lo largo de la causa (de unas 6.000 páginas, sin contar anexos). Pero ninguno llegó a prosperar lo suficiente como para dar respuestas. Al menos de momento.
En el expediente no pudo cuajar la teoría de que los autores fueron los integrantes de una banda de sicarios de la zona de Escobar; tampoco el dato de que su cuerpo había sido descartado en una isla del Delta de Tigre. Todo fue chequeado, pero sin resultados.
Trabado en el juzgado federal de Claudio Bonadio, en Comodoro Py, quedó la información sobre la transferencia de 150.000 dólares que el 23 de octubre de 2012 Stefanini hizo a la cuenta que el fiscal Alberto Nisman tenía en Nueva York. Bonadio nunca compartió lo que sabía al respecto.
Incluso todavía se está tratando de anclar en información cierta el sospechoso vínculo de Stefanini con dos personajes oscuros: el financista Hugo Díaz (45), desaparecido de una manera muy similar meses después y a quien Stefanini le entregó un cheque para cambiar, y su socio Diego Xavier Guastini (45), asesinado por sicarios en Quilmes hace apenas 10 dias.
A fuerza de llegar a callejones sin salida el fiscal federal de San Isidro Fernando Domínguez -a cargo del caso- decidió encarar un trabajo hormiga que ya le dio excelentes resultados en otra causa compleja: la del crimen de Unicenter, ocurrido la tardecita del 24 de julio de 2008.
En esa causa, abierta para investigar el doble homicidio de narcoparalimitares colombianos, fue central el análisis de los llamados realizados por los sicarios el día del ataque, concretado en el estacionamiento del shopping de Martinez. El análisis de las antenas terminó demostrando cómo los asesinos (dos barrabravas de Boca luego condenados) habían seguido a sus víctimas durante horas antes de ejecutarlas.
Fernández y su equipo esperan que el trabajo sobre el teléfono de Stefanini permita también llegar a un sospechoso con nombre y apellido. Y ya avanzaron mucho: lograron reducir de 6.000 a 115 las líneas a analizar usando un razonamiento lógico de descarte bastante novedoso.
Aquel 17 de octubre En la causa se determinó que Stefanini era un hombre rutinario, que siempre hacía los mismos recorridos. Bajo la hipótesis de que alguien pudo haber estado siguiéndolo en la fiscalía se mapearon primero todas las llamadas que el empresario había hecho entre el 10 y el 17 de octubre de 2014.
Este trabajo determinó que tuvo 434 comunicaciones de entrada y salida en esos siete dias y que todas fueron captadas por determinadas antenas (ver mapa). Lo siguiente fue averiguar, en el ese mismo período y zona, cuántas comunicaciones totales se habían hecho. Y el número fue impresionante: 3 millones.
A partir de ese número inmenso para reducir las llamadas y líneas potencialmente sospechosas se usaron dos filtros. Por un lado se separaron todas las que habían sido realizadas más/menos dos minutos de las que había hecho el financista. Por otro, tomando las antenas (que trabajan como un polígono de 8 lados) se buscó el epicentro de contacto y se acotó la lista a las comunicaciones realizadas en un radio de 500 metros de las concretadas por Stefanini.
Estos dos criterios de análisis redujeron a 6 mil los abonados a analizar y entonces comenzó el trabajo más fino. Se compararon las que coincidían en más de un punto geográfico en más de un día de la semana analizada. Así se llegó a una lista de primero 388 abonados y luego 115 teléfonos que se comunicaron cerca de Stefanini, casi al mismo tiempo que él, en más de una oportunidad en dos días o más del período analizado.
Pese al enorme trabajo realizado -con apoyo de la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación- la tarea mas compleja recién está empezando.
Actualmente esos 115 abonados están siendo identificados y sus titulares cruzados con bases de datos comerciales, de migraciones, de causas penales. Puede que esto no conduzca a nada. Pero puede ser también que una pequeña pista se convierta en la llave de un caso extraño que parece formar parte de un matrix en el que morir, desaparecer o hacerse millonario son parte del juego.
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