El fiscal pidió que la causa sea elevada a juicio

Miércoles, 23 de marzo de 2016

Para el representante del Ministerio Público ya no queda nada por investigar. Manifestó que es muy difícil determinar quién fue cómplice del sangriento episodio en el que mataron al estudiante.

El único imputado es Juan José Altamirano, alias “Josele”. Se lo acusa del delito de robo calificado por el uso de arma en concurso real con homicidio agravado.

El fiscal de Instrucción Nº 6 Gustavo Robineau, que investiga el asesinato del estudiante universitario Maxi Aquino, dio por finalizada la pesquisa y solicitó al juzgado interviniente la elevación a juicio de la causa.
Como único imputado se encuentra Juan José Andrés Altamirano, alias “Josele” (24), acusado de apuñalar al joven oriundo de San Roque en la mañana del 1 de agosto en el barrio Aldana de la capital correntina.
“Josele” permanece preso en la Unidad Penal Nº 6 a disposición de la Justicia. Semanas después de haber sido aprehendido, declaró y dijo ser inocente.
Robineau explicó que este es el comienzo de la etapa final para llegar a una sentencia y esclarecer el caso.
En cuanto a la posibilidad de que se encuentre al cómplice de Altamirano precisó que “de la causa surge que hay otro implicado pero no hay datos y es muy difícil a esta altura seguir en ese curso”. Sin embargo resaltó que “la investigación no está cerrada”.
En cuanto al proceso, recordó que “fue una causa relativamente rápida porque se individualizó al primero de los imputados iniciales el mismo día del crimen”. Manifestó que la carátula es robo calificado por el uso de arma en concurso real con homicidio agravado y la condena es prisión perpetua. “Esperemos que el debate sea lo más rápido posible”, afirmó en declaraciones a Radio Sudamericana.
“Josele” fue detenido ese mismo día en que aconteció la muerte de Maxi. En el allanamiento a su vivienda del barrio Seminario secuestraron una motocicleta, prendas de vestir con machas de sangre y un cuchillo.
Altamirano fue aprehendido dentro de un canoa en la costa del río Paraná.
Maximiliano Aquino (21) fue asesinado de al menos cuatro puñaladas al forcejear con un delincuente que pretendió robarle el celular a él y a una amiga, Melisa Arrúa (23). El sangriento episodio se produjo el sábado 1 de agosto alrededor de las 6, por calle Uruguay 393, a una cuadra y media de la avenida Poncho Verde.
Aquino, que había salido de una peña bailable del Regatas y acompañaba a Arrúa a su casa, fue interceptado por dos motochorros. Uno de los asaltantes lo apuñaló con alevosía cuando el joven estudiante se resistió.
La víctima falleció a los pocos minutos de ingresar al Hospital Escuela.