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El líder de la huelga en Santa Cruz dice que sólo levantara la protesta cuando se confirme el balotaje
Viernes, 25 de octubre de 2019
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Luis Fernando Camacho, presidente del Comité pro Santa Cruz que impulsa una huelga por tiempo indeterminado en Bolivia, publicó este viernes un mensaje en Facebook para denunciar un supuesto intento de soborno del gobierno de Evo Morales.
Camacho contó que recibió tres llamadas telefónicas de personas presuntamente enviadas por el presidente poniendo precio a esta medida de fuerza para que dé marcha atrás y “callar las voces del pueblo cruceño”.
“Le respondí que el pueblo boliviano y el pueblo cruceño no tiene precio, no tiene precio su libertad y no tiene precio su democracia. La única condición para que el pueblo retorne a su casa es la segunda vuelta. No vamos a negociar principios. Si el presidente Evo Morales quiere reunirse conmigo lo va a hacer al pie de nuestro Cristo Redentor, delante de todos los cruceños. No puede haber secretos y no podemos seguir reuniéndonos entre cuatro paredes en un cuarto oscuro y a espalda del pueblo”, afirmó Camacho.
El líder de las protestas en Santa Cruz pidió a la población continuar en las calles “defendiendo el voto y la democracia”, pese a la orden que tiene la Policía de intervenir y levantar las medidas por la fuerza.
“Si bien hay orden del ministro de Gobierno, al comandante Echegaray, de llevar a la Policía a las calles este viernes para reprimir al pueblo y entregarle al presidente Morales un regalo de cumpleaños mañana a Santa Cruz limpia de personas, Santa Cruz no es objeto ni regalo, no es un trofeo”, explicó Camacho.
Cortes de calles y enfrentamientos
Las protestas continúan este viernes en Bolivia con cortes de calles, manifestaciones y enfrentamientos, un día después de la reelección de Evo Morales en una primera vuelta cuestionada, que llevó a Washington y la Unión Europea a pedir un balotaje para despejar dudas sobre el escrutinio.
Un paro parcial se cumplía este viernes en La Paz con una protesta pacífica contra el escrutinio que -por estrecho margen- dio a Morales un nuevo mandato de cinco años sin necesidad de segunda vuelta con el opositor Carlos Mesa.
El último cómputo oficial, del 99,99% de las mesas de sufragio, daba a Morales el 47,07% y a Mesa 36,51%. Un candidato gana en primera vuelta si obtiene al menos el 40% de los sufragios con 10 puntos de distancia sobre el segundo, según la ley boliviana.
Después de que los primeros resultados parciales sugirieran el domingo que habría segunda vuelta, un nuevo recuento publicado más de 20 horas después le dio la victoria a Morales, generando sospechas de fraude entre la oposición y los observadores internacionales.
Protestas en varias ciudades
En todos los puntos de La Paz había este viernes gente portando banderas bolivianas (de color rojo, amarillo y verde), gritando “¡mi voto se respeta! ¡mi voto se respeta!”, un día después de que Mesa denunciara que se había consumado un “fraude” en los comicios generales del domingo.
En el barrio de Achumani, en la zona sur, los manifestantes coreaban “¡Evo de nuevo, huevo carajo! ¡Evo de nuevo, huevo carajo!”.
En diversos barrios había presencia de policías, en particular en plazas o rotondas, para impedir que los vecinos cortaran las calles.
En Santa Cruz, principal bastión de la oposición, los supermercados abrieron sus puertas solo durante algunas horas, lo que permitió que centenares de personas se abastecieran de alimentos. “El paro ahorita es indefinido. Nosotros, lo que queremos es la segunda vuelta, porque eso se ha demostrado que ha sido un fraude”, dijo a la AFP el profesor Rubén López, de 62 años.
En Cochabamba hubo choques entre manifestantes oficialistas y opositores, sin dejar heridos, según medios locales.
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