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Denuncian que abuelo violador incumple la prisión domiciliaria
Sábado, 28 de septiembre de 2019
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 El hombre fue identificado como Mariano Ramírez, quien fue condenado a 13 años por abusar y embarazar a su nieta menor de edad.
Un tremendo caso por el cual, tiempo atrás, un anciano fue condenado por violar y embarazar a su nieta menor de edad, sigue dando de qué hablar ya que ayer, se denunció que el hombre a pesar de estar bajo prisión domiciliaria, “se pasea con tranquilidad” por las calles de San Miguel, localidad correntina donde ocurrió todo. La situación se agrava debido a que, aparentemente, la víctima de esta historia vive en la misma ciudad y recientemente se cruzó en la vía pública con su abuelo violador.
Esto fue denunciado por una joven, miembro de la organización Infancia Robada, quien además fue docente de la menor por lo que tuvo contacto directo con la damnificada.
El testimonio fue vertido ante los medios, que posteriormente entrevistó a la víctima de esta historia. “Me gustaría irme, no quiero vivir en San Miguel, volvería a ver a la gente que me ayudó, la señora Mónica con quien vivo, a su hermana y a los que me tratan bien”, dijo la joven quien además contó el momento en el que se cruzó con su familiar pervertido en la calle. “Me observaba enojado. Me asusté, tenía mucho miedo y no podía dejar de temblar. Siento que me persigue”.
A todo esto, debe aclararse que hace algunos años, la menor dio a luz al hijo producto de la violación intrafamiliar, pero la criatura no sobrevivió. Como se trata de un caso de un delito personal que involucró a una menor de edad, obviamente las autoridades nunca dieron mayores detalles. No obstante, se pudo obtener algo de información a través de algunas fuentes judiciales.
El caso Todo comenzó en el 2013, justamente luego de que la menor era una niña de 13 años. Un día, cuya fecha no pudo precisarse, el abuelo la mandó a llamar ya que aparentemente el hombre se encontraba enfermo. Vale remarcar que la jovencita, al quedar sin padres, fue a vivir con el anciano por pura necesidad ya que no tenía a donde ir, situación que obviamente fue aprovechada por el pervertido. Lo cierto es que un día del año señalado, la menor fue a cuidar a su abuelo. Estando en la habitación del sujeto, éste le dijo a la niña de 13 años que “no dijera nada porque la iba a mandar al orfanato”. Tras amenazarla abusó sexualmente de ella después tirarla en la cama. El tremendo ataque le produjo heridas sangrantes a la pobre inocente. Así es que comenzó el infierno, que se repetía constantemente pareciendo que la pesadilla no tendría final. Según se cuenta en el expediente, la menor era acosada y violada en cualquier oportunidad, hasta cuando lavaba la ropa. El depravado delincuente no tenía límites y las violaciones ocurrían a cualquier hora. Ni siquiera, estando embarazada, el pervertido dejaba de abusar de ella. Una noche, incluso, rompió la puerta de la habitación de la menor, para luego cometer sus repulsivos actos. “Nunca tuvo novio, ni relaciones sexuales con otra persona, sólo fue su abuelo” reza en el expediente, que aclara que la menor, cada vez que era atacada, por miedo, sólo podía quedarse inmóvil, sufriendo, a la espera de que el pervertido deje de abusar de ella. Las amenazas no eran solamente verbales, sino que además, había veces que el sujeto agarraba un cuchillo. “Siempre la amenazó, primero que la iba a llevar a un orfanato. Luego de que iba a matarla si le contaba a algunos de los tíos. También le decía que estos familiares no le iban a creer. Hasta le dijo que si llegaba a tener algún novio, también lo iba a matar a él y lo iba a meter en una bolsa”, se indicó. “Voy a matar a ese engendro”, le dijo una vez el anciano, cuando arrimó un cuchillo a la panza de la menor. En otra oportunidad, cuando la menor intentó resistirse a la violación del día, el hombre agarró un cabestro para caballo y la azotó. Durante un tiempo, luego del nacimiento del bebé, ella fue a vivir a Buenos Aires, lapso en el que el anciano la llamaba todos los días a su teléfono celular para reiterar las amenazas mencionadas. Al respecto debe señalarse que la criatura nació el 26 de septiembre de 2016, pero vivió unos meses hasta que murió por razones que no se conocieron. De esta manera, el hombre llegó a juicio en una causa caratulada como “abuso sexual con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por un ascendiente, aprovechando la situación de convivencia con la menor de 18 años en concurso real con Amenazas coactivas”. El anciano, durante el juicio, se declaró inocente y dijo que el bebé era de un “vago de la calle” que se acostó con la menor. Finalmente fue condenado en junio de este año, a 13 años de prisión que deben ser domiciliarias, lo cual, según lo expuesto, es incumplido por el abuelo violador.
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