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Vivía en la pobreza hasta que se enteró de que era el heredero de una fortuna
Miércoles, 22 de mayo de 2019
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Un examen de ADN le cambió la vida a un hombre del Reino Unido que luchaba para estar al día con sus finanzas. "Nunca olvidaré de dónde vengo", aseguró a los medios.
El aristócrata británico Charles Rogers murió en agosto de 2018 tras años de lidiar con una adicción a la heroína. El hombre vivía recluido en su casa mientras su mansión de Penrose Estate, un edificio de gran valor histórico ubicado en Cornualles, languidecía en el suroeste del Reino Unido.
Tras la muerte del aristócrata de 62 años se abrió una sucesión pero al no estar casado la batalla legal era sólo cuestión de tiempo. Hasta que apareció el heredero: Jordan Jordan Adlard - Rogers, el hijo no reconocido que pudo probar su linaje a través de una prueba de ADN.
De pasar a trabajar largas jornadas por un sueldo magro que lo dejaba al borde de la pobreza, Adlard - Rogers, de 31 años, se convirtió de la noche a la mañana en el flamante propietario de una mansión valuada en 50 millones de libras (unos US$63.571.750), informó el sitio The Sun.
Una de sus primeras medidas como heredero del aristócrata Rogers fue mudarse a la mansión de su padre con su novia, Katie Hubber, y el bebé de ambos, Joshua, que tiene menos de un año.
Adlard-Rogers y su familia pasaron de vivir en un departamento subsidiado por el Estado británico a vivir en una mansión con un territorio de 621 hectáreas al que ya le construyó un gimnasio al aire libre para despuntar el vicio del fitness, y le estacionó un auto Mercedes Benz "para que le haga juego a la casa".
A pesar de los muchos cambios en su vida, Adlard - Rogers pretende ser un aristócrata distinto. "No me voy a olvidar de dónde vine. Estuve en el punto en que me preocupaba la próxima factura y tuve un comienzo difícil en la vida", expresó el hijo de Julie Adlard y Charles Rogers.
"No necesito trabajar más, así que quiero empezar una obra de caridad y ayudar a la comunidad. Ahora que estoy acá quiero ayudar a la gente", expresó el flamante heredero, quien nunca fue reconocido por su padre a pesar de las numerosas cartas y visitas que le hizo pidiendo un examen de ADN, y quizás una relación.
"La gente dice que soy afortunado pero yo cambiaría cualquier cosa con tal de volver en el tiempo para que Charles supiera que soy su hijo. Quizás así hubiera tomado otro camino", aseguró.
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