|
La ciencia culpa al cambio climático por el virus del zika
Martes, 16 de febrero de 2016
|
|
Según expertos de la Universidad de Haifa, el calentamiento global sería clave para entender el brote epidémico que comenzó en África y la región
En la naturaleza nada es casual, todo tiene un porqué, ya que existen vínculos que por más que parezcan invisibles allí están y cualquier anomalía implica una ruptura de un sistema que parece funcionar en perfecto equilibrio. El cambio climático es fiel muestra de ello.
Desde el pasado 1° de febrero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional ante la extensión del virus del zika, y son muchos los equipos científicos que están buscando las causas por las que una enfermedad como ésta, transmitida por mosquitos y conocida desde hace décadas pero hasta ahora inocua, se ha transformado en una plaga tan peligrosa.
EL CAMBIO CLIMÁTICO PODRÍA SER UNO DE LOS FACTORES EN EL ACTUAL BROTE QUE SE DESATÓ EN LA REGIÓN.
La OMS reunió a comienzos de mes a un comité de emergencia para discutir sobre el alcance de la pandemia, que predijo que el virus puede llegar a afectar a entre tres y cuatro millones de personas. "Es claro que el virus del Zika está vinculado con la temperatura", comentó Janos Pasztor, secretario general asistente de la ONU para Cambio Climático.
OMS
El zika está detrás de la alarma desatada en Brasil desde octubre de 2015, tras detectar un significativo aumento de casos de microcefalia. Desde entonces, ya se han confirmado 270 casos, y hay sospechas de otros 3.448, frente a los 147 de 2014.
El virólogo israelí Leslie Lobel, uno de los científicos pioneros en la investigación de arbovirus como el zika, comentó "por qué, después de más de 60 años, ha empezado a cambiar la patología de este virus y a extenderse".
En Perú, por ejemplo, según confirmó su Ministro de Salud, Aníbal Velásquez, "el cambio climático ha favorecido la reproducción del mosquito, acortando los días de reproducción de 15 a siete". El virus apareció en Uganda en 1947, "pero siempre tuvo una patología muy benigna y nadie se interesó por investigar en profundidad el arbovirus".
Lobel expresó su acuerdo con las teorías que relacionan al cambio climático con el brote del virus y consideró que es un factor en la aparición de la pandemia: "Los virus transmitidos por insectos se ven muy afectados por el calentamiento global. El territorio de los insectos se expande al tiempo que el clima es cada vez más cálido".
En ese sentido, según datos oficiales de la NASA, el 2015 ha sido considerado el año más caluroso registrado en la historia.
El Niño: sequías y más calor
El estudio más exhaustivo sobre esta relación procede de la Universidad de Haifa, en Israel, y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades. Establecen una conexión directa entre el fenómeno de El Niño y el brote de esta enfermedad.
La investigación destacó que la expansión del virus no se debe a fuertes lluvias y tormentas, sino a todo lo contrario: persistentes sequías y más calor de lo habitual.
"Hay varios estudios de hace unos años que ya muestran que en estas zonas, en épocas de sequía persistente, hay un incremento del almacenamiento de agua en las casas", dijo Shlomit Paz, del departamento de Geografía y Estudios Medioambientales de la Universidad de Haifa. Estos depósitos "crean un hábitat muy adecuado para los mosquitos", además de estar muy cerca de las viviendas.
"Los datos arrojan una fuerte correlación entre las condiciones climáticas extremas en combinación con una gran sequía y la aparición del zika en la misma zona semanas después", añadió Paz. En los últimos meses se han registrado altas temperaturas en el noreste de Brasil, con registros jamás alcanzados en la región hasta ahora.
Para Lobel, la gran cuestión es averiguar si tanto el cambio climático como la extensión del virus lejos de Uganda han provocado cambios en su patología, hasta convertirse en una gran amenaza para la salud humana.
|
|
|
|
|