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"Aunque no me crean, en mi casa soy un poquito tímida"
Miércoles, 14 de febrero de 2018
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A los 32 años, la novia del mediocampista de Independiente cuenta cómo fue su “alucinante” paso por el clásico Carnaval correntino. Además, revela el secreto detrás de la corona y da detalles de su convivencia con Jonás Gutiérrez (34): “El siempre me ve divina... ¡incluso cuando no lo estoy!”.
"El Carnaval es alegría, disfrute, festejo y también pasión", asegura Alejandra Maglietti (32) con una mirada luminosa, muy similar a la que lucía dos décadas atrás, cuando era ella la que estaba aferrada a la valla del Corsódromo Nolo Alías, en medio del público. "Tenía unos 11 ó 12 años y había venido con mi familia desde Formosa a ver a mis primas que bailaban –recuerda–. Me encantaba verlas, por lo alucinante del espectáculo: las plumas, las luces, las piedras, la música, ¡todo! En aquel momento me parecía algo casi inalcanzable. Hoy, que me inviten a bailar, y con todos los agasajos que me dan, parece un sueño. ¡Estoy súper feliz!".
–¿Las mujeres sueñan con desfilar en un Carnaval? –No sé si todas, pero a muchas nos encanta, porque es divertido jugar a ser otra persona. Yo, para transformarme, arranqué a las siete PM y terminé a las once. Me probé la ropa y me pinté la piel, para que quede dorada. Luego me hicieron un make up sofisticado y un peinado con un postizo, para que se vea bien la corona.
–¿Elegiste usarla porque te hacía sentir una reina? –Sí, ¡y también porque me dejaba más alta! (carcajada). Igual fui una privilegiada en mi outfit, Henry (Cardozo) me trajo varios trajes. Me costó decidirme. Elegí uno más tapado, porque me hacía sentir cómoda. No creo necesario usar algo muy chiquito o muy sexy. Si alguna quiere plumas, ¡que se las ponga! Si otras quieren taparse, que lo hagan. Lo importante es disfrutar y bailar.
La abogada recibida en la UCA –que saltó a la fama con un comercial y nunca más paró de crecer– se despidió de sus últimos días de vacaciones meneándose a bordo de la carroza de la comparsa Ará Berá. El fin de semana fue récord histórico, ya que más de veinte mil personas disfrutaron del Carnaval correntino. "Conozco el esfuerzo que significa prepararlo durante el año. Me llena de orgullo que en mi país haya un espectáculo como éste", señala la chica que se adueñó del Corsódromo.
–¿Qué se siente desfilar arriba de una carroza? –Es maravilloso, porque la gente que baila en la calle te transmite desde abajo una energía que no encontrás en otros lugares ni en otros momentos. Además, podés interactuar con el público e ir saludándola.
–¿Estaba Jonás (Gutiérrez, su pareja)? –No, porque jugaban Independiente-Colón y no me pudo acompañar. Pero estuvo mi hermano, Daniel, que estudia ingeniería agropecuaria acá, en Corrientes, y varios amigos. Así que anduve rodeada de afectos…
–Quizá guardaste alguno de los bailecitos para tu novio… Eh… perdón, ¿solés danzarle en privado? –No, ¡me da vergüenza! Soy un poquito tímida en casa.
–¿Es más fácil para el afuera? –Totalmente. Es más: si hubiese venido Jonás, me habría dado vergüenza. Igual, él siempre me ve divina… ¡incluso cuando no lo estoy! Por ahí me encuentro sin maquillaje, con los pelos parados y en pijama, sintiéndome un espantapájaros, él pasa y me dice: "Estás hermosa hoy". Pero yo le contesto: "Basta, gordo: no hace falta que me mientas".
–Llevan cuatro años de relación y se mudaron juntos en mayo. ¿Cómo va finalmente esa convivencia? –Súper. Aunque ahora lo veo menos, porque está con mucha actividad futbolística: tuvo la pretemporada y acto seguido se reinició la Superliga.
–Quiere decir que los reencuentros… –¡Son hermosos!
Por Kari Araujo. Fotos: Guillermo Billordo, para Fenix Entertainment Group.
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