Okupas del Pirayuí piden conexión de agua

Lunes, 8 de febrero de 2016

Delegados del asentamiento señalaron que las condiciones de vida son muy complicadas porque este año no cuentan con suministro del líquido vital.

En tanto, señalaron que quieren retomar las negociaciones por los terrenos, aunque no tienen muchas expectativas de un avance en lo inmediato.

Desde mediados del 2012 cientos de familias viven asentadas precariamente en las 43 hectáreas privadas usurpadas en el barrio Pirayuí y que en su momento atrajo la atención de los medios nacionales configurándose en una de las tomas ilegales más grandes de los últimos años.

Hoy a casi 3 años y medio, los delegados okupas manifestaron que están atravesando una grave situación sanitaria debido a la falta de agua, cuyo suministro fue interrumpido a inicios de este año, a la presencia de mosquitos y malezas. Además indicaron que no tienen muchas expectativas con respecto a negociar los terrenos con la actual gestión del Gobierno de la Nación.

Los okupas reclaman soluciones a su situación sanitaria y habitacional y piden diálogo con la empresa propietaria de los terrenos usurpados y autoridades para negociar y llegar a un acuerdo.

En años anteriores se llevaron a cabo mediaciones y gestiones a nivel provincial y nacional, pero los avances fueron demorados y paralizados con los cambios de gestiones e intermediarios.

“Desde que comenzó el año hay partes del asentamiento que no cuentan con agua por reclamos de los vecinos. Por eso se interrumpió el flujo y estamos desesperados porque con el calor, y sumado a los cortes de energía que hay, las condiciones de vida son muy difíciles para las familias y los chicos del asentamiento”, expresó la delegada de una de las zonas del asentamiento del Pirayuí, Elizabeth Escato.

“No hay presión para que llegue el agua y las familias deben ir a buscar en baldes y acarrearla desde otros lugares. No sabemos si es una estrategia para que nos vayamos, pero es una crueldad por la cantidad de niños que hay. Además no nos vamos a ir”, añadió la referente que vive en el lugar desde la toma inicial de julio del 2012.

Por otra parte, los habitantes del asentamiento solicitan la limpieza de la zona para evitar inconvenientes con la proliferación de mosquitos.
“En los terrenos hay muchísimos mosquitos y todos corremos riesgos. Pedimos desmalezamiento y fumigaciones, así como también repelentes para los niños”, expresó Escato.

Por otra parte, los okupas quieren retomar el diálogo y las gestiones con la Municipalidad y organismos locales ya que descartan poder negociar con el actual Gobierno nacional a pesar del nombramiento de funcionarios correntinos en distintas carteras nacionales. “Queremos volver a dialogar con la Municipalidad y retomar las gestiones que están desde hace años sin avances. En tanto no tenemos expectativas con respecto a negociar o avanzar con el Gobierno de la Nación ya que desde hace varios años que no tenemos novedades”, expresó la delegada okupas.

En el asentamiento del Pirayuí se asentaron inicialmente unas 2.500 familias pero con el correr de los años las condiciones de vida y la precariedad disminuyó la cantidad de habitantes a poco menos de la mitad. Inclusive los okupas realizaron algunas construcciones de materiales y conexiones precarias de electricidad y agua para poder vivir en el lugar.

A pesar de las difíciles condiciones de vida del lugar, en los años sucesivos a la toma masiva se registraron intentos de nuevas usurpaciones, que fueron repelidas por los vecinos de la zona, e inclusive denuncias de ventas de lotes precarios a nuevas familias que buscaban tener el techo propio en la zona irregular.
A fines del año pasado la empresa propietaria de los terrenos avanzó con medidas judiciales contra los usurpadores, pero no hubo mayores novedades.