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Detuvieron a cuatro policías por el asesinato de un adolescente
Jueves, 3 de agosto de 2017
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 Fueron imputados por el homicidio de un chico de 14 años, a quien le pegaron el sábado un tiro en la cabeza. Los agentes, que estaban de civil, no dieron voz de alto ni se identificaron
Tiene todas las características de un nuevo caso de gatillo fácil. Por eso, apenas unas horas después del episodio en el que cuatro policías participaron en la muerte de un adolescente, los agentes fueron detenidos y desafectados de la fuerza. Uno de ellos, todavía no se sabe cuál, le pegó un tiro en la cabeza a Matías Banuera mientras huía desarmado.
El hecho ocurrió el sábado cerca de las 3 de la madrugada en Ezpeleta, localidad del partido bonaerense de Quilmes, cuando el grupo de adolescentes empezó a zamarrear un portón con el fin de llevarse una moto estacionada en el patio delantero de una casa ubicada en Vélez Sarsfield y calle 402.
El dueño de la moto escuchó ruidos y vio que estaban intentando llevarse el vehículo, por lo que avisó a un vecino policía, que festejaba su cumpleaños con otros agentes, a quienes estaba despidiendo en la puerta de su casa.
Cuando el hombre les alertó del intento de robo, los cuatro policías, identificados como Maximiliano Aguirre, Cristian Alejos, Lucas Bulllosa y Manuel Argañaraz, todos de entre 22 y 26 años, salieron a buscar a los adolescentes, quienes al ver que quienes los perseguían estaban armados y de civil y no les dieron la voz de alto, escaparon en distintas direcciones.
Cuando los chicos huían, los policías les dispararon varias veces. Matías recibió un disparo en la parte de atrás de la cabeza que le causó la muerte casi en el acto. Un vecino que escuchó los tiros, llamó al 911 y a los pocos minutos llegaron agentes de la comisaría 3° de Quilmes. Los policías acusados, en cambio, no avisaron a sus superiores ni llamaron a la ambulancia, como indica el protocolo que deben cumplir y respetar.
La fiscal Ximena Santoro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción 7 del departamento judicial Quilmes, también llegó al lugar y ordenó medidas de investigación. Durante el sábado dispuso varios allanamientos de emergencia y la detención de los cuatro policías, quienes están acusados por "homicidio agravado por su condición de policías".
En la escena del crimen secuestraron varias vainas servidas 9 milímetros que coincidieron con el calibre utilizado por los policías. El plomo que los peritos que hicieron la autopsia en el cuerpo de Matías será cotejado con las armas de cada uno de los detenidos y el 7 de septiembre estarán los resultados. Cuando ese análisis determine quién fue el que ejecutó a la víctima, la acusación se mantendrá sobre esta persona.
No obstante, Santoro confirmó a Infobae que estudiará la responsabilidad penal de los otros policías: "Si bien es cierto que uno de ellos disparó el resto no es ajeno y no desconocía el resultado. Para el resto de los detenidos se analizarán los elementos de prueba. Pero sí tienen responsabilidad de haber participado en los disparos sin necesidad". Además, la fiscal aclaró que "cuando disparan tienen obligación avisar que dispararon a su autoridad, pero en este caso no se comunicaron al 911 ni a la comisaría. Ni siquiera impartieron voz de alto ni se identificaron como personal policial".
La investigación, y las declaraciones que tomó Santoro a los testigos revelaron además que ninguno de los chicos que fueron perseguidos por los policías apuntó con algún arma contra ellos, por lo que la coartada de legítima defensa carece de fuerza.
Sin embargo, y a pesar de que tres de los detenidos se negaron a declarar, Aguirre dijo que cuando ellos intervinieron los chicos intentaron agredirlos, declaraciones típicas en casos de gatillo fácil. "En ningún momento intentaron enfrentarlos", aclaró la fiscal a Infobae.
A pesar del argumento del detenido, Santoro pidió la detención de los policías. Además, Asuntos Internos ordenó desafectarlos de la Policía Bonaerense hasta que se resuelva la situación procesal en la causa. "Salieron envalentonados a buscar a los chicos, eran las tres de la madrugada, aparecen personas de civil que no se identifican, los chicos largan la moto y se va cada uno para donde puede. Y ahí le dan a Baunera en el medio de la cabeza", relató Santoro, quien remarcó: "Independientemente de la existencia del hecho previo nada justifica el accionar de esta gente".
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