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Se duplicaron los anotados para comprar en farmacias
Miércoles, 2 de agosto de 2017
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La cantidad de "adquirentes" pasó de 4.959 a 9.221 en 14 días. Entre éstos, los cultivadores y los socios de clubes cannábicos, 17 mil uruguayos abandonaron oficialmente el mercado narco
Apenas 14 días después del lanzamiento de la venta de cannabis en farmacias de Uruguay, las respuestas de los compradores no hacen más que afirmar el fundamento de la propuesta gubernamental para combatir el narcotráfico. Si por parte de los ciudadanos había dudas en la implementación, sancionada por ley en diciembre de 2013 junto a otras medidas de regulación de la marihuana como el autocultivo, esa tensión empieza a disiparse: filas en las oficinas del Correo Central para inscribirse en el registro de compradores, cogollos agotados en farmacias y un número de "adquirentes" que, desde el 19 de julio, día en que se lanzó la venta legal, no para de crecer. La cantidad prácticamente se duplicó: pasó de 4.959 a 9.221 fumadores inscriptos, lo que significa un incremento del 85%.
La cifra fue actualizada el 30 de julio por el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA) de Uruguay. En 14 días los anotados para comprar marihuana de uso "recreativo" (no medicinal) en las farmacias también superaron a la cantidad de autocultivadores registrados, que no se modificó en los últimos 20 días del mes de julio: el 10 de ese mes los cultivadores habilitados eran 39% más que los "adquirentes", pero 21 días más tarde, estos últimos superaron a los anteriores en un 35%.
La onda expansiva de la marihuana legal alcanza también a las farmacias. Uruguay lanzó la venta con 16 comercios adheridos en 11 de los 19 departamentos que componen la nación (cuatro están en la capital, Montevideo). No obstante, un comunicado oficial del IRCCA, fechado el 28 de julio, aclaró que "se están atendiendo y procesando nuevas solicitudes de adhesión de farmacias al sistema, por lo que la cantidad de puntos de acceso en diferentes lugares del país aumentará progresivamente". Una fuente de ese organismo público admitió a Infobae que serían unas 20 farmacias las que se sumarán, aunque no precisó plazos para estas incorporaciones.
La organización Monitor Cannabis, dependiente de la Facultad de Sociales de la Universidad de la República, estima que en Uruguay conviven 160 mil fumadores de marihuana, de los cuales 55 mil son consumidores habituales. Todos ellos, a partir de la ley sancionada en 2013, tienen tres vías para consumir de manera legal: farmacias, autocultivo y también como socios de los clubes cannábicos, que ya son 63 anotados oficialmente y aglutinan a unos 3.000 socios.
Es decir, que ya hay más de 17 mil residentes uruguayos que dejaron de comprar en el mercado regulado por el narcotráfico y se pasaron al controlado por el Estado. Un informe de Monitor Cannabis indicaba que antes de la venta en farmacias, la producción y consumo de marihuana representaba cerca de 5,8 toneladas, un 17% del consumo anual de marihuana en Uruguay o, en términos de dinero, 7 millones de dólares que durante 2016 no alimentaron las arcas del negocio narco.
"Podríamos afirmar, con los números actualizados, que estamos duplicando esas cifras. Lo evaluaremos y estamos abiertos a la evaluación. Por otra parte, ningún cataclismo, ninguna banda de zombies drogados ni asaltos a las farmacias ocurrió. Solo colas de gente de todo tipo que rompió con el estigma y el estereotipo", remarcó a Infobae el psicólogo Milton Romani, titular de la Junta Nacional de Drogas durante la gestión del ex presidente José Mujica, y uno de los principales impulsores de la legalización del cannabis, quien agregó: "Aumentará el registro, aumentarán las farmacias. No aumentará el consumo, que esta consolidado y que con este dispositivo tenemos mas probabilidades de prevenir, educar, informar concienzudamente. Esto demuestra, como primer saldo muy positivo, la confianza de los usuarios de cannabis en la Ley y en el Estado".
Las farmacias venden por ahora dos variedades de cannabis en bolsas de 5 gramos. Se trata de las genéticas Alfa 1 y Beta 1, sativa e índica respectivamente (cada especie genera efectos distintos en el cuerpo y la mente del consumidor), que tienen apenas un 2% de su componente psicoactivo, conocido como THC, lo que es considerado un índice bajo (en promedio, una planta de marihuana genera entre 7 y 10% de esta molécula) y entre 6 y 7 por ciento de CBD (una molécula que aplica mejor para el uso medicinal y no es psicoactiva). No obstante, los consumidores que ya compraron en farmacias indicaron que el efecto se siente. Además, el IRCCA aclaró que en el futuro se producirán nuevas genéticas con otros valores en la composición química.
Cada uruguayo inscripto como "adquirente" puede comprar hasta 10 gramos semanales (40 por mes, o 480 por año) de la marihuana puesta a la venta en las 16 farmacias, a cambio de 1,3 dólar por gramo. Por ahora International Cannabis Corporation (que cotiza en bolsa en Canadá) y Simbiosys son las dos empresas que producen bajo licencia otorgada por el Estado, en terrenos fiscales, ubicados en la localidad de Libertado, a unos 60 kilómetros al oeste de Montevideo.
Para ser adquirente en Uruguay es necesario tener más de 18 años y ser residente de ese país. Los inscritos conservan la privacidad de su identidad; para comprar en las farmacias sólo necesitan apoyar uno de sus dedos en un lector de huellas dactilares. El sistema informático registra al usuario y las cantidades que compra.
El Gobierno dejó claro que no se le venderá marihuana a turistas y que no fomenta el consumo, sino que busca quitarle mercado al narcotráfico y garantizar condiciones sanitarias para los usuarios. Días atrás, en la cumbre de presidentes del Mercosur llevada a cabo en Mendoza, Argentina, el primer mandatario de Uruguay, Tabaré Vázquez, fue contundente: "La marihuana es la droga que más se consume nuestro país. No es la cocaína ni la heroína ni el ácido lisérgico. Y es una realidad incontrastable que la confrontación con el narcotráfico ha ido al fracaso en todas partes del mundo. Entonces, seguir insistiendo en combatir una plaga, una patología de la sociedad, con las mismas herramientas que fracasaron es totalmente ilógico. Lo que estamos intentando en Uruguay es ver si existe un camino alternativo para ver si podemos combatir el narcotráfico".
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