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Fábrega y un amigo de Máximo Kirchner serán indagados por los créditos para Lázaro Báez
Viernes, 9 de junio de 2017
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El juez federal Daniel Rafecas convocó a Juan Carlos Fábrega a ejercer su derecho de defensa en agosto
El juez Daniel Rafecas citó a indagatoria a ex funcionarios del Banco de la Nación Argentina (BNA) durante el kirchnerismo por haber beneficiado a las empresas de Lázaro Báez. Entre los nueve citados está Juan Carlos Fábrega, quien fuera gerente general del BNA y luego presidiera el Banco Central de la República Argentina (BCRA), y Juan Ignacio Forlón, amigo del diputado nacional Máximo Kirchner.
El pedido de indagatorias había sido formulado por el fiscal Carlos Stornelli, quien consideró que el modo en el que el BNA financiaba a las empresas de Báez para realizar obra pública vial constituye un delito.
Para el fiscal, hubo dos etapas en la maniobra. La primera fue la que se desarrolló mediante la facilitación de giro en descubierto de las empresas de Báez, para luego pasar a la confirmación de un fideicomiso dedicado a financiar a las firmas Austral Construcciones y Kank y Costilla.
En uno de sus pedidos de indagatoria, Stornelli había sostenido que hubo un plan "destinado a auxiliar financieramente a las empresas Austral Construcciones S.A. y Kank y Costilla S.A. para la realización de la obra pública, por más allá de los requisitos legales exigidos por la normativa de la entidad bancaria". "En una primera etapa se facilitó desde la sucursal zonal de Comodoro Rivadavia del Banco de la Nación Argentina el trámite para otorgamiento de sumas millonarias acordadas como autorizaciones de giros en descubierto en la cuentas corrientes de las firmas Austral Construcciones S.A. y Kank y Costilla S.A. La tasa cobrada para dichas transacciones y otras que favorecieron a las firmas, estuvieron por debajo de las del mercado", precisó.
"Toda la maniobra –había dicho el fiscal– comenzaba en la sucursal Río Gallegos donde las firmas tenían cuenta bancaria, luego pasaban a la zonal de Comodoro Rivadavia, ya que por la envergadura del préstamo se requería, por normativa de la entidad bancaria, que la aprobación de lo solicitado se hiciera en una sucursal que abarcara mayor responsabilidad; y si nuevamente superaba los topes estipulados en la normativa, el trámite de solicitud subía hasta el directorio del Banco de la Nación Argentina".
Stornelli explicó: "Cada facilitación de giro en descubierto que se fue autorizando a favor de Austral Construcciones S.A. y Kank y Costilla S.A. fue siempre avalada por plazos fijos constituidos en el Banco de la Nación Argentina y por el mismo monto de lo adjudicado; o sea que se garantizó el dinero facilitado con el mismo dinero facilitado. Luego se fue garantizando la operatoria con la cesión de certificados de obra de la Dirección Nacional de Vialidad, la Administración General de Vialidad Provincial y del Instituto de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Provincia de Santa Cruz".
"La maniobra –según Stornelli– fue perfeccionándose, ya que a medida que vencían los plazos del dinero otorgado para giros en descubierto, se otorgaban nuevas facilidades para nuevos giros en descubierto, y estas autorizaciones cubrían las deudas de las firmas con la entidad bancaria por las facilidades que se le otorgaban en primera instancia. Dicha rueda no se detuvo nunca, hasta que dificultades mantenidas entre las empresas de Lázaro Báez y el gobernador Daniel Peralta de la provincia de Santa Cruz hicieron que los créditos se detuvieran, el flujo de dinero desde Vialidad se frenara y tuvieran que recurrir a un nuevo mecanismo: el fideicomiso financiero".
El fideicomiso del Nación fue creado en 2011 y luego renovado. Allí había una suma que alcanzaba los $350 millones que cobraba una tasa anual de 12% de interés. "De esta forma –describió Stornelli– la empresa obtenía dinero inmediato y seguía financiándose con una segunda vía de ingresos y seguía cobrando la certificación de obras sin depender de la provincia".
Stornelli llegó a cuestionar si Báez alguna vez usó un peso de su bolsillo para financiar las constructoras: "Cabe aquí preguntarse si las empresas pusieron algún dinero de sus propias arcas para realizar un trabajo propio de su giro comercial".
Rafecas determinó que –mientras se termina un peritaje contable que se está llevando a cabo– desde el 1° de agosto tendrán que declarar en indagatoria, además de Fábrega, Marcelo Gustavo Mazu, gerente de la sucursal Río Gallegos del BNA, Ángel Rogelio Cabral, gerente zonal de la sucursal Comodoro Rivadavia, Enrique Osvaldo Arceo, presidente y director de Nación Fideicomisos, Esteban Acerbo, Cecilia Fernández Bugna, Patricia Fadel, Silvia Ester Gallego, quienes integraban el directorio del BNA, y Juan Ignacio Forlón quien fuera presidente del Banco Nación.
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