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Apareció Marquitos, el niño de 2 años que se había perdido
Jueves, 17 de noviembre de 2016
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El chico fue encontrado por un vecino en el techo del quincho del fondo de su casa. “Estaba temblando de frío y tirándole pajas a los perros”, dijo el hombre que lo halló
Marcos Bonaccio, el niño del barrio bonaerense de Caseros que se encontraba desaparecido desde el miércoles a las ocho de la noche, apareció esta mañana en perfectas condiciones en la casa de un vecino.
"Lo encontré a las ocho de la mañana. Escuchaba que los perros ladraban sin parar y me acerqué a ver qué pasaba. Ahí, encontré a un chico que estaba temblando de frío en el techo de un quincho y le tiraba pajas a los perros", dijo Mercurio, de unos 65 años, quien encontró al pequeño en el fondo de su casa.
El hogar donde apareció Marcos está ubicado en la calle Marcelo T. de Alvear al 4700, a unos 50 metros de la casa del niño. "La única forma de que haya subido a ese lugar donde estaba era con una escalera. Sino, lo tuvo que haber puesto ahí un adulto", dijo el vecino que halló al niño.
"Mi sobrino, que es el tío del chico y mide casi dos metros, lo pudo bajar a duras penas de ese techo. Es imposible que el niño haya subido solo. Habrá que seguir investigando lo que sucedió. Para mí, se lo llevaron, se asustaron y lo descartaron acá", aseguró Eduardo, el tío.
Los dos padres del niño ya acudieron a la casa para reencontrarse con su hijo. "Cómo apareció, no lo sabemos, lo que sí sabemos es que está bien. Cómo él no habla, no sabemos lo que pasó. Sólo dijo 'mamá', 'agua' y 'hola abu'".
Según informaron los familiares de Marcos, la noticia de la aparición empezó a recorrer las redes sociales por otros vecinos, ya que ni Mercurio ni su esposa tienen conocimiento sobre plataformas de internet.
"Me empezaron a llegar mensajes de '¡apareció, apareció!' Entonces, le avisé a los padres, que fueron de inmediato a la casa y se reencontraron", comentó Andrea, una vecina que conoce a la madre el chico desde la infancia.
Una vez que se produjo el reencuentro, a Marcos se lo abrigó de inmediato y se le dio leche caliente.
El próximo paso del caso es investigar cómo el chico pudo acceder al techo de un quincho, a la que el niño no pudo haber subido sin la ayuda de una escalera.
"La policía me tocó la puerta de mi casa a las tres y media de la mañana, pero como era un horario extraño, yo ni siquiera les abrí. Pero los perros estuvieron ladrando toda la noche, estaban insoportables. Entonces, cuando me levanté fui al fondo de la casa para ver qué pasaba y ahí lo encontré al chico", relató Mercurio.
Y añadió: "Cuando lo encontré, lo vi que le estaba tirando pajas a los perros. Le pregunté, ¿te gustan los perros? Me miró y me sonrió".
Cerca de las 9 de la mañana, el niño fue derivado junto a sus padres al hospital Carrillo para que se le realicen los exámenes correspondientes y para que se trate un posible cuadro de hipotermia del niño, tras haber pasado toda la noche en remera a la intemperie.
Marquitos había desaparecido poco después de las ocho de la noche cuando se encontraba en el patio de su casa. La madre, que vivía en el sector trasero del hogar acudió al frente para bañarlo y el chico no estaba, pese a que la puerta permanecía cerrada.
La familia había hecho la denuncia y logró que la policía bonaerense elaborara una requisa profunda en toda la zona. Incluso, con la ayuda de perros especializados acudieron al barrio Derqui y a Fuerte Apache para intentar conseguir indicios sobre el paradero.
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