|
El estremecedor relato del joven abusado por un cura
Martes, 15 de noviembre de 2016
|
|
Un ex monaguillo del colombiano contó cómo fue manipulado desde los 11 años. La víctima dice que el sacerdote todavía se comunica con él para pedirle que lo visite
La causa por pedofilia en la que está involucrado el cura Juan Diego Escobar Gaviria sumó dos nuevos testimonios. En los últimos días, el fiscal Federico Uriburu les tomó declaración testimonial a dos jóvenes que dijeron haber sido abusados por el ex párroco de la localidad entrerrriana de Lucas González.
Hoy ambas víctimas son mayores de edad y dijeron haber padecido los aberrantes comportamientos del sacerdote desde muy temprana edad. Antes de prestar testimonio ante la Justicia, uno de ellos reveló al portal Análisis Digital los abusos que sufrió durante su infancia y adolescencia.
Cuando conoció al cura, el joven tenía once años. A esa edad comenzó a asistir a las misas dominicales que presidía Escobar Gaviria y no tardó en convertirse en uno de sus monaguillos. En ese momento, comenzó a compartir mucho tiempo junto al religioso. De acuerdo con su relato, el cura se mostraba especialmente amable con él para poder ganarse su confianza y concretar los abusos.
Cada lunes, este joven -en ese entonces, apenas un niño- viajaba a Paraná junto al resto de los monaguillos en el auto del cura. La dinámica era siempre la misma: a la ida, el Escobar Gaviria lo ubicaba en los asientos traseros, mientras que a la vuelta lo pasaba al lugar del acompañante. "De ida, me guiñaba el ojo por el espejo retrovisor y yo no entendía nada", recordó.
En el viaje de regreso, lo sentaba a su lado para poder bajarle la bragueta y tocarlo. El niño, desde ya, era incapaz de comprender lo que ocurría. "No hice nada porque no entendía qué era lo que estaba pasando. Estaba descubriendo mi sexo. Fue la primera vez que me hizo llegar al orgasmo en uno de esos viajes, pero no sabía de qué se trataba", relató.
El denunciante definió al sacerdote como un manipulador, al declarar que "da muy buenos consejos, escucha y cuando uno se quiebra, ahí arremete". "Te habla y te habla hasta que te enreda y empieza a tocar por todas partes y te da muchos besos", añadió.
Así como los lunes viajaban juntos a Paraná, el ritual de los viernes consistía en pasar la noche en la casa del presunto abusador. A todos los niños hacía dormir en el living y a la también la ubicaba cerca de su habitación. Cuando todos se dormían, el sacerdote lo invitaba a ingresar a su cuarto. Allí, lo desnudaba, besaba y masturbaba. También le hacía sexo oral y luego le exigía a él que lo hiciera. Otras veces lo obligó a penetrarlo.
El joven también detallo que cada vez que el cura viajaba a Colombia, su tierra natal, regresaba con un bóxer de regalo para cada monaguillo. A él, en cambio, le traía tres y le pedía que se los probara delante suyo.
Hace apenas tres meses, la víctima estaba por cumplir la mayoría de edad y fue abusada por última vez. "Me hizo lo mismo de siempre: me hacía sexo oral, siempre hasta acabar, mientras me agarraba la mano y me hacía que se la apoye en su cabeza, para presionarlo contra mi pene", relató. El vínculo, dijo el joven, nunca se cortó. "Sigue enviándome mensajes por WhatsApp en los que me incita a visitarlo a la medianoche. Siempre hay mensajes de amor y Dios. Siempre me dice que soy especial", remarcó.
Juan Diego Escobar Gaviria fue detenido semanas atrás cuando se presentó espontáneamente en los tribunales de Nogoyá. Lo hizo luego de que el juez de Garantías y de Transición de la localidad, Gustavo Acosta, ordenara su aprehensión por presuntos abusos sexuales a dos niños de 11 y 12 años. Se prevé que este martes, el arzobispo de Paraná, monseñor Juan Puíggari, se entreviste con el fiscal Uriburu y el magistrado Acosta.
|
|
|