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Pidió ayuda por las redes y fue rescatada
Miércoles, 26 de octubre de 2016
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Maira Luque García estuvo un mes y medio en una habitación sin ventanas, baño ni agua
Hace tres semanas que Maira Luque García, de 18 años, está de regreso en La Pampa, cursando el último año del secundario en el Liceo Informático de Santa Rosa. Pero durante un mes y medio estuvo secuestrada en una villa de Asunción de Paraguay, en una habitación sin ventanas, sin baño y sin agua. Todo había sido orquestado por la pareja de Maira, Cristian Romero Gamarra, un joven paraguayo de 19 años.
Romero Gamarra trabajaba en La Pampa, y en diciembre del año pasado él y Maira se conocieron y empezaron a salir. En marzo se fueron a Buenos Aires, pero cuando llegaron a la ciudad, ella se dio cuenta de que él ya no era el mismo, su problema con las drogas había empeorado, y no la dejaba salir de su casa. Por eso, Maira decidió volver a Santa Rosa.
Pero el joven Romero Gamarra intentó reconquistarla, y un par de meses después volvió a La Pampa para recomponer la relación. Él le dijo que estaba siendo perseguido por un grupo narco, y que quería volverse a Paraguay, pero además le dijo que no podía irse sin ella porque la familia de Maira también estaba bajo amenaza. "Me dijo que lo amenazaban, que se tenía que ir de La Pampa, que sólo se iba a ir conmigo, y si yo me quedaba, me iba a pasar algo a mí o a mi familia", contó Maira al canal de noticias TN.
Entonces, a mediados de agosto, Maira y Cristian viajaron a Paraguay, pero como ella todavía era menor de edad y no podría haber ingresado de forma legal, atravesaron la frontera en un taxi trucho que los dejó cerca de Asunción. Cuando llegaron a la villa La Escondida, fueron a la casa donde vivían el padre y dos tíos de Romero Gamarra. Allí, Maira pasó los siguientes 45 días en una habitación sin ventanas, sin baño y sin agua. También estaba incomunicada, porque Cristian le había sacado su celular y no la dejaba salir de la casa.
Maira contó lo que padeció durante ese mes y medio: "(Romero Gamarra) me humilló, me golpeó, me amenazó con un cuchillo, me arrastró por el piso y me pegó patadas". La joven pampeana además reveló que unos días después, cansada de la situación, se escapó: "Le escribí a mi mamá. Le dejé un mensaje y me fui, porque no me podía escapar por mucho tiempo".
Ese fue el detalle que cambió la vida de Maira, ya que cuando su mamá recibió el mensaje, hizo la denuncia ante la división de trata de la policía de La Pampa, que inició una investigación. En colaboración con las fuerzas de seguridad de Paraguay, tres días después, un grupo especial viajó a Asunción con el objetivo de rescatar a la joven.
"Un domingo me enojé y me fui a dormir a lo de la tía de él, que estaba en la esquina, y por las dudas me llevé mis cosas, porque tenía miedo de que las vendiera para drogarse. Dio la casualidad de que justo me estaba buscando la policía de trata de La Pampa", contó Maira.
"Fue un momento muy emotivo", explicó Luis Roberto, oficial Coordinador del Equipo de Abordaje de Incidentes Críticos de la policía de La Pampa, y agregó: "El 1° octubre tomamos conocimiento a raíz de una denuncia de la mamá de Mayra en la sección de género de la policía". Roberto explicó que gracias a que notaron que el teléfono desde el que mandó el mensaje se encontraba activo en Asunción de Paraguay, pudieron localizar a Maira.
La joven se mostró muy agradecida por el trabajo del equipo de policías argentinos y paraguayos, y destacó la labor de una mujer policía: "La sentía como si fuera mi hermana mayor. Ella me decía que iba a ser mi hermana y me iba a cuidar. Su papel fue más allá de su profesión. Se portaron muy bien conmigo. La sentí como familia. Me hacían reír en todo momento".
Por último, Roberto reveló que en el momento del rescate de Maira, Romero Gamarra logró escapar, pero finalmente fue capturado por la policía paraguaya hace algunos días. El joven, que ya tenía antecedentes en la Justicia de Paraguay, está imputado por trata de personas.
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