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¿Los argentinos saben administrar el dinero?
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Jueves, 20 de octubre de 2016
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 Muchas personas gastan sin control y cuando llega la tarjeta de crédito ni siquiera se animan a mirar el resumen. Cómo empezar a revertirlo
En general la mayoría de las personas salen a la vida económica sin haber tenido ningún tipo de educación sobre el dinero. Lo aprendido en el hogar no siempre les garantiza que puedan desempeñarse eficazmente, sobre todo porque hablar de dinero —cuánto se gana, cuánto se gasta— no es común.
Algunos pueden haber tenido la ventaja de haberse criado en hogares con padres cuyas profesiones les permitieron aprender lecciones básicas. Otros sufrieron en carne propia experiencias de bancarrota, deudas o crisis, que los estimularon ser más precavidos y organizados. Sin embargo, el criterio general es el mismo: gastar sin prestar atención puede volverse muy riesgoso.
"En líneas generales, no hay un entrenamiento formal generalizado en ninguna instancia de la vida que nos dé las herramientas para movernos organizadamente como seres económicos", explicó Ezequiel Baum, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y especialista en Administración de Dinero.
Baum observó que muchos de sus clientes repiten las mismas preguntas: "¿Por qué, si nuestros padres pudieron ahorrar y comprarse una casa, nosotros ni siquiera podemos juntar para irnos de vacaciones a la costa? ¿Es posible trabajar diez horas por día y aun así llegar con la cuenta en cero a fin de mes?"
La mayoría de las personas —explicó el economista que además trabajó en empresas multinacionales y como emprendedor— no dominan el concepto del ahorro. "Ahorrar no es guardar lo que sobra. Tener deudas no siempre es malo. Se suele creer que el sirve para gastarlo: lo usamos, y punto. Pero para entender los problemas relacionados con el dinero habría que tener más o menos claro que es una herramienta muy para organizarnos si sabemos cómo usarlo de forma inteligente".
¿Y por dónde se empieza?
En su libro -Ordena tu Economía- Baum propone una serie de tips para empezar a enderezar las finanzas personales, entre ellas:
– Ordenar conceptualmente la economía personal: separar gastos e ingresos y los rubros que son frecuentes o extraordinarios.
– Trabajar en una medición de tiempo extendida. Baum recomienda un año.
– Aprender a diferenciar lo financiero de lo económico.
– Documentar toda la información en una planilla de cálculo y después analizarla: a partir de allí se puede ver en forma más clara dónde están las variables que determinan el nivel de vida.
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