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Ordenaron seguir investigando al ex yerno de Ricardo Jaime como su testaferro
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Miércoles, 24 de agosto de 2016
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La Cámara de Casación revocó el sobreseimiento de uno de los allegados al ex funcionario
Entre 2007 y 2008, Sebastián Ledantes estuvo casado unos meses con Julieta Jaime, una de las tres hijas del ex secretario de Transporte del kirchnerismo.
Jaime está preso desde abril pasado, fue condenado por coimero y por la Tragedia de Once. Fue procesado por enriquecimiento ilícito y su hija Julieta es, para la justicia, uno de sus testaferros. Es decir que la utilizó para que apareciera como dueña de bienes que el ex funcionario compró con dinero negro.
Ledantes fue investigado como testaferro. El juez Sebastián Casanello había sobreseído al ex yerno de Jaime. El fiscal Carlos Rívolo apeló y la Sala I de la Cámara Federal porteña mantuvo esa situación. El fiscal Germán Moldes consideró que Ledantes debía ser procesado como testaferro de Jaime. Y por eso presentó un recurso de casación.
La Sala II de la Cámara Federal de Casación con el voto de los jueces Juan Carlos Gemignani, Eduardo Riggi y Liliana Catucci, revocó esa decisión que favorecía a Ledantes.
Ledantes participó, a través de sus padres, en la compra de una casa en Carlos Paz, que luego de la separación de los jóvenes, fue pasada a nombre de Julieta Jaime.
La hija de Jaime no pudo justificar cómo consiguió los fondos para comprar esa casa. La casa terminó a nombre de Julieta Jaime, quien según el fiscal Rívolo, no tiene cómo justificar esa compra.
La hija de Jaime, Julieta, es para la Justicia uno de los testaferros del ex funcionario La hija de Jaime, Julieta, es para la Justicia uno de los testaferros del ex funcionario
La familia Ledantes recién en abril de este año denunció que Jaime compró esa casa con dinero producto de la corrupción y también que un hotel de Carlos Paz fue conseguido de manera oscura.
Cuando Jaime era el amo y señor de los negocios en el área de transporte, tenía que controlar la concesión estatal de la Terminal de Ómnibus de Retiro que aún está en manos del empresario Néstor Otero.
Sin tener antecedentes en la industria hotelera, dos ejecutivos de la empresa de Otero compraron un hotel en Carlos Paz. Alfredo Pielach y Lisandro López, hombres de confianza de Otero, constituyeron la sociedad Lago Azul para comprar el hotel Saint Tropez de Carlos Paz. La sociedad, por esas casualidades, puso domicilio en la casa de la familia Jaime.
El ex yerno de Jaime fue designado apoderado de esa sociedad que tenía a cargo el hotel. Y también lo autorizaron mediante un poder especial a utilizar una camioneta que compraron para los Jaime.
Es decir que la gente de Otero puso a Ledantes a administrar un negocio con el que le pagaron una -otra- coima a Jaime.
El empresario Otero fue favorecido por el kirchnerismo con varias terminales. Y por el macrismo con la Terminal del Sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Otero no está imputado en la causa pero Pielach y López deben ir a juicio oral y público como testaferros del ex funcionario.
Para los jueces de Casación, que ordenaron investigar las finanzas del hotel Saint Tropez, no quedan dudas acerca de que Ledantes debe seguir bajo investigación como uno de los testaferros de Jaime por los hechos que sucedieron mientras duró el matrimonio con la hija del ex funcionario.
Los padres de Ledantes deben ir a juicio oral y público como testaferros del ex funcionario detenido. Es probable que en el mismo banquillo de los acusados del juicio se siente también Sebastián Ledantes, testigo presencial del enorme cambio de situación económica de la familia Jaime, luego de que el ex secretario de Transporte comenzara a recaudar para sus jefes políticos y para su beneficio personal.
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