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Podrían liberar a un golpeador que dejó ciega a su mujer
Martes, 2 de agosto de 2016
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El agresor, Carlos Ariel Goncharuk, había sido condenado a ocho años de cárcel, pero la Suprema Corte de Justicia bonaerense hizo lugar a un reclamo de la defensa que podría beneficiarlo
Un polémico fallo de la Suprema Corte de Justicia bonaerense podría dejar en libertad a Carlos Ariel Goncharuk, condenado a ocho años de prisión por golpear a su mujer hasta dejarla completamente ciega. La defensa del agresor logró que la Suprema Corte de Justicia bonaerense hiciera lugar a un pedido para que la Cámara de Casación revise la condena y evalúe si corresponde reducirla. En caso de cumplirse, el agresor podría quedar en libertad y volver a poner en riesgo la vida de su víctima, Susana Gómez, de 31 años, y sus cuatro hijos.
Durante el juicio oral que concluyó en una condena ejemplar de ocho años de cárcel, la Justicia bonaerense tuvo en cuenta los antecedentes penales de Goncharuk, ya que la mujer lo había denunciado 14 veces en la comisaría.
Pero la defensa apeló la condena ante Casación porque consideró que "no podrían imputarse como agravantes causas que no tienen condena firme".
"El fallo de la Corte le hace lugar al pedido y lo envía a Casación para que revise el monto de la pena porque entiende que se violó el derecho de Goncharuk de defensa en juicio, al no estar firmes las múltiples causas por violaciones a las restricciones perimetrales que cometió el marido violento", aclaró Darío Witt, abogado de la víctima, al diario Clarín.
La víctima, junto a su abogado, durante el juicio oral contra su ex pareja La víctima, junto a su abogado, durante el juicio oral contra su ex pareja Y agregó: "Todas esas violaciones y ataques se tuvieron en cuenta al momento de graduar la pena, pero ahora le pide al tribunal que revise el fallo y tenga en cuenta esta cuestión técnica. De esta manera, le podrían reducir la pena a Goncharuk y quedaría libre".
Witt consideró que es "una decisión bochornosa porque Gómez resultaría víctima de la impericia del propio sistema que nunca la protegió", ya que cuando el agresor y la víctima convivían en 2011 en la localidad de Lisandro Olmos, solía golpearla y, pese a las denuncias, la Policía no actuaba.
Fue ese mismo año cuando el agresor golpeó la cara de la mujer contra la pared de la cocina y le provocó un "doble desprendimiento de retina por múltiple traumatismo craneal". Gómez perdió entonces la vista y decidió pedir refugio en la Casa María Pueblo para separarse de su pareja.
"Susana no está ciega por un accidente ni por una enfermedad, sino por los golpes que le aplicó su marido. Realizó 14 denuncias penales y cinco civiles por agresiones físicas y amenazas de muerte. Todo durante nueve años, pero las denuncias se archivaban y se guardaban. Insistimos mucho hasta lograr llevar a juicio al agresor y que fuera condenado por violencia de género", contó el abogado, que también encabeza un juicio contra el Estado por la falta de protección a su cliente.
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