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Cayó un secuestrador que llevaba 11 años prófugo
Sábado, 23 de julio de 2016
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A Luis Malara lo arrestaron en Corrientes y Alem. Está acusado de haber mantenido cautivos a dos hermanos, en 2005. En la Argentina hay 25.000 fugitivos. En el ranking también hay criminales, violadores y narcotraficantes
Luis Norberto Malara había sido detenido en julio de 2005 por el secuestro de dos hermanos y quedó en libertad –porque no había riesgo de fuga– a la espera del juicio. Pero desapareció y estuvo 11 años prófugo. Finalmente, Malara fue detenido en Corrientes y Alem, en pleno Microcentro. Sobre Malara pesaban dos pedidos de detención: una por parte del Juzgado Nacional en lo Criminal de Instrucción n° 3, en orden a los delitos de robo con armas y extorsión, desde el 18 de mayo de 2016; y otra a requerimiento del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional n° 2, Secretaría n° 8, de Morón por el delito de secuestro extorsivo desde el año 2006.
Según se informó, el sujeto se hacía pasar por empleado de la Aduana y estafaba a clientes que buscaban artículos de electrónica a bajo precio. Un equipo de gendarmes encubiertos lo arrestó la semana pasada, luego de hacerse pasar por falsos clientes.
Su captura fue un trabajo ordenado por el Ministerio de Seguridad de la Nación, a través del Comando Unificado Federal de Recaptura de Evadidos, que se inició hace seis meses, después de que asumieran las nuevas autoridades. La detención fue lograda en la vía pública, en la intersección de las avenidas Corrientes y Leandro N. Alem, por personal de la Gendarmería Nacional Argentina que presta funciones, en comisión de servicio, para la Dirección General de Investigaciones y Apoyo Tecnológico a la Investigación Penal (DATIP) de la Procuración General de la Nación, para ser finalmente trasladado al Palacio de Justicia a fin de que se le reciba declaración indagatoria.
La intervención de la DATIP fue dispuesta y autorizada, respectivamente, por la Procuraduría de Violencia Institucional y la Fiscalía de Instrucción n° 24. La investigación en la Ciudad de Buenos Aires fue iniciada el 19 de febrero de este año por la denuncia de un comerciante del barrio de Coghlan, quien dio cuenta de haber sufrido la sustracción de la suma diez mil treinta pesos ($ 10.030), tres teléfonos celulares y diversas prendas de vestir, por parte de dos sujetos, uno de ellos armado. Luego de este suceso, tanto la víctima como su padre recibieron llamados por parte de un individuo que dijo ser personal perteneciente a la Policía Federal Argentina y haber participado de la sustracción indicada, exigiéndole a continuación la entrega de quinientos pesos ($ 500) semanales para dejarlos seguir trabajando, bajo amenazas de muerte.
Las averiguaciones hechas por la DATIP permitieron establecer que Malara poseía un pedido de captura de la justicia federal de Morón desde 2006 por el delito de secuestro extorsivo, lo que llevó a obtener sus antecedentes y fotos para una identificación positiva.
En la Argentina hay 25 mil prófugos de la Justicia, de acuerdo con información revelada por la ministra Patricia Bullrich y el secretario del área, Eugenio Burzaco, durante una reciente exposición, a principio de junio pasado, ante la Comisión Bicameral de Seguridad Interior, que preside el diputado Sergio Massa.
Ese número abarca a "personas que ya fueron condenadas y se han evadido de la Justicia"; y de ese total, "6 mil son (fugitivos) de índole federal".
La cifra impacta y se multiplica exponencialmente si se incluye a los que están fuera de la ley por "cuestiones técnicas" (menos graves): en ese caso el total asciende a 105 mil. Siempre según estadísticas suministradas por el Ministerio de Seguridad.
Dentro de ese número hay 19 personas entre las más buscadas por la Justicia, con recompensas de entre 100 mil y 500 mil pesos.
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