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Procesan a Juan Carlos Lemos, pero seguirán las marchas
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Jueves, 7 de julio de 2016
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 El fiscal había solicitado el procesamiento de Lemos y de Luis Fernández por el delito de violación y homicidio.
La jueza sólo procesó al primero y dictó falta de mérito para el segundo, así como para Miguel Lemos.
La jueza de Instrucción y Correccional de Santo Tomé, Sara Marina Durand, procesó ayer a Juan Carlos Lemos como imputado en la brutal violación y posterior crimen de la niña Claudia Lemos, ocurrido en esta ciudad los primeros días de abril pasado.
En el dictamen y por la misma causa también dictó la falta de mérito para Miguel Lemos y Luis Fernández, reveló a El Litoral el periodista Augusto Cabral, quien sigue de cerca las instancias del aberrante hecho.
La misma fuente reveló además que aguardaban que ambos sean liberados en el transcurso de las horas.
Como se sabe, el fiscal de Instrucción, Pedro Fonteina, había solicitado el procesamiento no sólo para Lemos sino también para Luis Fernández, al considerar que tendría algún grado de participación en el espantoso homicidio.
La jueza, sin embargo, dictó la falta de mérito, aunque con la salvedad de que ninguno de los ellos podrá abandonar el país, ya que el proceso judicial sigue en avance y el destino que les puede caber es incierto.
Por otra parte, el abogado querellante Eduardo Etchegaray Centeno anticipó que antes de expedirse sobre los avances primero quiere leer los fundamentos de la medida para formarse una opinión. Entretanto y por disposición de los familiares y amigos, anticipó que las marchas por pedido de justicia continuarán desarrollándose como hasta ahora, todos los días jueves.
Caso
Claudia Lima tenía 10 años cuando desapareció -el martes 5 de abril pasado- en Santo Tomé y 3 días después apareció muerta y semiescondida en el basurero municipal. Era el viernes 8 de abril cuando encontraron su cuerpo, que presentaba signos de haber sido violada.
De acuerdo con los datos revelados, la nena vivía en el humilde barrio Cáritas. Había desaparecido entre las 21.40 y las 22.30 del día 5, cuando la vieron alejarse de la iglesia en la que estaba, a 200 metros de su casa.
Dijo que iba a llevar a una hermanita hasta la casa y volvía, pero nunca regresó.
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