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C. Tangana presenta ‘Esta ambición desmedida’
Miércoles, 25 de octubre de 2023
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El Madrileño’ fue su disco más conceptual y, con este documental producido por Little Spain, el cantante muestra su faceta más íntima y su ambición por convertirse en un ‘performer’ que reivindica el arte y la maestría musical “Abrazo un poco la locura”, admite un tímido, pero sosegado, Antón Álvarez. El viernes, Esta ambición desmedida -el documental que se presentó en el pasado Festival de San Sebastián- llega a las salas de cine con la promesa (y premisa) de presentar la faceta más íntima de C. Tangana, el alter ego artístico del cantante.
“No es una gira, no es un documental, es una tragedia en tres actos” dirigida por Santos Bacana, Cris Trenas y Rogelio González, tres perfiles que han acompañado al artista en el proceso creativo de su álbum más laureado, El Madrileño, y en la gira mundial de éste, Sin cantar ni afinar. “Es un estilo de vida que invita a perder los papeles, a no estar asentado en ningún sitio”, ha afirmado él mismo en la rueda de prensa en la que ha estado presente Infobae España. “Me gusta estar en situaciones incómodas, hay que lidiar con ello”, ha afirmado. “Soy yo el que se mete en problemas”.
Mirándose las manos con nerviosismo, pero contundente en sus respuestas, Antón Álvarez habla sobre cómo su último disco le ha permitido “ser más parecido a como soy” fuera del escenario, pues considera que “la atención de tanta gente te vuelve un poco loco”.
Junto al trío de Little Spain que le ha acompañado durante varios años para documentar sus altos, sus bajos, sus chispazos de genio y sus caídas al infierno de la incertidumbre, C. Tangana afirma no saber qué viene después de un tour y un álbum del calibre de El Madrileño. “No sé qué voy a hacer, sigo teniendo mucha ambición creativa”, indica. “No voy a estar quieto, pero no tengo la ruta marcada. Respecto a la música, me siento huérfano de un álbum que me represente, no estoy sosteniendo ningún proyecto” en la actualidad. Eso sí, el artista avisa a la prensa de no tomar sus palabras demasiado en serio, pues “cambio de opinión cada semana”.
Un ‘show’ como ningún otro Antón se presenta maduro, reposado. Incluso cuando le preguntan si el documental es su forma de afrontar una prematura crisis de los 40. “Es una crisis de los 30″, responde irónico. Seguramente él no tenga problema para alquilar una casa en el centro de la ciudad que escoja. “Cuando tenía 18 años decía que si tenías 30 y seguías rapeando no te habías enterado de nada”, indica sobre sus inicios en el género urbano, cuando era ‘Crema’. C. Tangana cree que el gremio no está en la situación underground que él vivió, por eso considera que está “desconectado de la música de ahora” y de las nuevas generaciones. “La música urbana ya no es como cuando saqué Ídolo, por aquel entonces la escena era muy ninguneada, ahora creo que eso ha cambiado”, ha expresado. “No entiendo qué hacen los chavales ahora”, comenta jocoso.
Echando la vista atrás, y teniendo en cuenta sus diversas personalidades musicales (’Crema’, ‘Pucho’, ‘El Madrileño’), Antón afirma que son las composiciones del disco, “las letras” que presenta en Esta ambición desmedida, lo que le genera mayor orgullo. “Cuando escucho lo que hacia con ‘Crema’ encuentro el valor, pero es lo más pretencioso que he hecho nunca”, afirma sobre otorgarle valor a las estrofas y no “meter paja” para completar una composición. “Hay mucho palabrerío para decir poco, creo que si hubiera escuchado cómo escribo ahora con 16 años diría wow”.
Antón defiende todo el rato su decisión de llevar la gira Sin cantar ni afinar (que se podrá disfrutar más adelante en Movistar Plus+) a la gran pantalla. “Ha sido un éxito porque consideraba que mis conciertos no eran una expresión cultural, eran fiestas, y yo quería ser un performer”, ha indicado. Preguntado por una de las frases más polémicas del documental, en la que deja caer que, de haber hecho una puesta en escena más sencilla le habría sacado más rédito al tour, el artista se defiende: “En el fondo es un lujo, como artista, poder montar este pollo, porque con 20 años no podía hacer este show” ha expresado el cantante. “Quizá mi próximo disco es una mierda, no lo escucha nadie y no puedo hacer un espectáculo así”, de ahí que merezca la pena “llevarlo todo al máximo”.
Para Antón, El Madrileño es un álbum futurista, atemporal. “Ahora escucho Comerte Entera y considero que es actual”, por eso, afirma, se siente “desconectado de la música de ahora”. El intérprete sigue estando conectado con su “complejo e inseguridad” (una faceta que se muestra en Esta ambición desmedida), pero siempre trata de no quedarse “en el sitio en el que ya sé que sé hacer las cosas”. Con esta obra audiovisual dividida en partes, y que ahonda en la faceta creativa y personal de uno de los discos más conceptuales de los últimos años en España, C. Tangana considera que ha conseguido demostrar que su álbum “da una opinión más generalizada de que mi propuesta ya no es como antes”.
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