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5 conductas que hacen fracasar una dieta
Martes, 24 de mayo de 2016
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Tener expectativas poco realistas es una de las causas que puede frustrar un plan alimenticio. Tips para evitar perder tiempo y dinero
"Nadie dice 'quiero bajar 15 kilos, después recuperarlos y aumentar un poco más también'. Pero eso es lo que le sucede a la mayoría de los que intentan bajar de peso", dice Carrie Dennett, nutricionista y creadora del sitio Nutrition by Carrie.
Muchas veces durante el desarrollo de una dieta se tratan de mantener ciertos límites que a largo plazo no pueden mantenerse y todo el esfuerzo, el tiempo y el dinero puestos en ese plan alimenticio se desperdician en un segundo, impactando directamente la salud y el bienestar.
"Comer de forma saludable no tiene porqué llevar demasiado tiempo de nuestra vida. Además, es importante entender que la salud no depende del peso corporal", explica en su plataforma la nutricionista. En una reciente columna en The Washington Post expuso las 5 conductas que llevan a una dieta directo al fracaso:
Buscar el camino rápido
Uno de los obstáculos más grandes al momento de querer bajar de peso es confundir el verdadero significado de hacer dieta. La mayoría de los planes de pérdida de peso tradicionales requieren la adopción de nuevos comportamientos alimentarios y de ejercicio que la mayoría de las personas no pueden -ni quieren- mantener de por vida. Se basan en la idea de hacer lo que sea necesario para bajar de peso sin crear hábitos.
Por desgracia, todos los seres humanos van siempre a la búsqueda de la satisfacción inmediata y, para lograr el objetivo de bajar de peso, estarían dispuestos a pasarse el día contando calorías y evitando alimentos que disfrutan si fuera necesario. El problema es que haciendo cambios que no se pueden sostener en el tiempo probablemente se pierda mucho peso pero que se recuperará rápidamente.
Lo mejor es tomarse el tiempo suficiente para poder mejorar de a poco la calidad de alimentación y para aprender a adaptarse a las señales de hambre y saciedad. Cualquier persona que comience con un proceso para adelgazar debería preguntarse: "¿Voy a ser feliz comiendo de esta manera?" o "¿Puedo estar ejercitando así por el resto de mi vida?".
Pensar que el objetivo es un peso específico
Incluso entre aquellos que optan por hacer cambios en sus hábitos de nutrición y ejercicio, trasladar los hábitos a largo plazo no es tan sencillo. El principal error es poner como meta un peso específico a alcanzar, porque una vez que se haya cruzado esa línea, la dieta se termina y el cuerpo se prepara para recuperar peso. Este efecto se amplifica además por el hecho de que el cuerpo ajusta el metabolismo automáticamente para volver al peso original, sobre todo en personas que han perdido mucho peso en poco tiempo.
Un mejor enfoque sería establecer metas en torno a las cosas que se pueden controlar, como por ejemplo lograr hacer ejercicio cinco veces a la semana o comer verduras cada día, y dejar así que la pérdida de peso sea simplemente el resultado. Por otro lado, es útil identificar los factores desencadenantes de comer en exceso - el estrés, la fatiga, el aburrimiento- y construir estrategias para poder lidiar con ello en lugar de depender únicamente de la fuerza de voluntad. Por ejemplo: planificar una merienda nutritiva por la tarde, mantener los alimentos tentadores fuera de la vista o buscar la manera de relajarse sin que esté la comida de por medio.
Hacer dieta por razones equivocadas Sucede muy a menudo que las motivaciones iniciales más comunes para perder peso -problemas de salud, unas vacaciones en la playa, una fiesta- se desvanecen. Es posible que recibir cumplidos por la apariencia cambiante y tener que comprar ropa más pequeña pueda mantener viva la motivación, pero el verdadero problema surge cuando el número de la balanza no se mueve.
Buscar siempre una nueva motivación para empezar a cuidarse puede provocar que cualquier intento de adelgazar se frustre. Estar siempre abiertos a nuevas maneras de comer bien y mantenerse activo para sentirse mejor, puede ayudar a mantener vivas las ganas de buscar el bienestar corporal. Esto es importante porque la acción es a menudo lo que cataliza la motivación, y no al revés.
Ver imagen en Twitter Ver imagen en Twitter Seguir NutriGlam ✔ @nutriglam La dieta imposible: cuando la familia no ayuda a bajar de peso http://infob.ae/1sFlRQ9 08:42 - 20 Mayo 2016 13 13 Retweets23 23 me gusta
Tener expectativas poco realistas
Si la realidad no coincide con las expectativas lo más probable es que esto afecte directamente en la motivación y las probabilidades de tener éxito en la dieta. Las personas que están decepcionadas por la cantidad de peso que perdieron son en general las más propensos a recuperarlo. También lo son las personas que esperan que la pérdida de peso los haga más felices. Muchas veces el espejo no refleja el ideal corporal deseado, pero el peso saludable para una persona puede no coincidir con esa imagen mental. Este error a la hora de buscar bajar de peso puede desencadenar graves trastornos alimenticios. "La verdad es que la gente de todas las formas y tamaños lucha con la imagen corporal, las relaciones y la satisfacción laboral", explica Carrie Dennet.
No ser flexible
"Es importante esperar y prepararse para los giros inevitables de la vida", advierte la especialista. Las personas que piensan en términos de "a todo o nada" tienden a ser menos adaptables al cambio y a tener más probabilidades de volver a los viejos hábitos. Esto lleva a decidir que "todo vale" si se está de vacaciones, que el ejercicio puede evitarse si no hay un buen clima y que la alimentación saludable puede abandonarse cuando uno está demasiado ocupado.
Seguir una dieta no es algo que puede suspenderse, ni que sea temporal. Se trata de lograr ajustar al ritmo propio de vida los hábitos de alimentación en pos de mejorar la salud y el bienestar, estando siempre listo para cualquier cambio que pueda surgir.
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