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Stanovnik marcó la importancia de tomar la cruz
Sábado, 26 de marzo de 2016
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La celebración central de la fecha tuvo lugar en la iglesia Catedral a las 15, espacio donde el arzobispo de Corrientes brindó un breve mensaje. Luego se realizó una procesión con Cristo Yacente y María Dolorosa.
En Semana Santa, la iglesia católica revive los momentos centrales de la fe cristiana y ayer, Viernes Santo, fue un día de ayuno y abstinencia en conmemoración de la muerte de Jesús. En la ciudad las actividades centrales tuvieron lugar en la iglesia Catedral y comenzaron a las 10 con el rezo del Vía Crucis de Las Familias; continuaron a las 14.30 con el rezo de las 7 Palabras en la hora de la misericordia; y la celebración central fue encabezada por el arzobispo Andrés Stanovnik y comenzó a las 15, ya que según la tradición cristiana es la hora en la que Jesús murió en la cruz. Para recordar el histórico acontecimiento, el encuentro inició con la lectura de dos libros de la Biblia que recuerdan el episodio en el que Jesús es entregado a la crucifixión. El templo se encontraba repleto de fieles y el público se mostró compungido ante el relato, por lo que una vez que culminó la lectura Stanovnik expresó: “Nuestro corazón creyente se conmueve profundamente ante el misterio del sufrimiento y la muerte del Hijo de Dios. Pero al mismo tiempo, no deja de inquietarnos la pregunta de dónde está la misericordia del Padre, que permitió que su único Hijo padeciera el escarnio de una muerte tan ignominiosa; igualmente, uno se pregunta por qué tiene que morir un inocente”. En respuesta manifestó que este episodio revela, la “absoluta confianza que tenía Jesús en Dios su Padre, sabiendo que a pesar de tener que cargar sobre sus espaldas los pecados de la humanidad entera y tener que atravesar la oscuridad de la muerte, su Padre no lo iba a abandonar”. En este sentido enfatizó en la importancia de brindar completa confianza y obediencia “a la voluntad del Padre. Porque el pecado incluye desde el más tremendo hasta lo más simple, consiste en desobedecer la voluntad de Dios. En Jesús encontramos el itinerario del camino del discípulo, ya que un misionero que acepta seguir a Jesús debe aprender a tomar la cruz cada día y seguirlo”. Monseñor Stanovnik mencionó además que mucho antes de que Jesús llegara al mundo, ya el antiguo testamento se anticipaba a los hechos que se conmemoran en estas fechas y destacó que “para comprender el plan de salvación de Dios, es imprescindible que aceptemos una verdad fundamental: el hombre no puede salvarse solo, no puede darse la vida a sí mismo, por sus propias fuerzas no puede atravesar la muerte y alcanzar la vida plena”. Por ende insistió en que “Dios es quien salva, y salva en Jesús. Así lo quiso desde siempre, y lo realizó de una vez para siempre resucitando su Hijo. Esa historia de salvación continúa hoy a través de hombres y mujeres que confiesan que Jesús es el Señor y conforman su vida de acuerdo a sus enseñanzas”. Esto significa que tomar la cruz significa que “nosotros, hoy, ante la pasión y muerte de Jesús de Nazaret, confesamos nuestra fe y pedimos humildemente la gracia para que nuestro modo de pensar, nuestros sentimientos, y nuestra conducta sea conforme a las enseñanzas de Jesús, y al mismo tiempo, suplicamos que esa fe nos integre más a su Cuerpo que es la Iglesia”.
Oración conjunta Una vez que finalizó el mensaje de la Pasión y Muerte de Jesús, la congregación oró por la iglesia Católica, por sus hermanos judíos, por aquellos que aún no fueron salvos y por las autoridades políticas que hoy conducen el país. En esta ocasión se pudo ver a la iglesia entera arrodillada en oración. Una vez que culminó la oración, se rindió adoración a la Cruz y cientos de fieles se acercaron a adorarla. Antes de dar inicio a la procesión Stanovnik marcó: “Caminemos dando testimonio de nuestro amor a Jesús y a su Madre, la Virgen María, en la esperanza de que el Padre resucitó a Jesús y por él nos resucitará también a nosotros”. Finalmente la procesión comenzó alrededor de las 14.30 con la imagen del Cristo yacente que recorrió las calles de la ciudad. Acompañó en los pasos la orquesta de la policía que musicalizó el encuentro. En resumen, las celebraciones del viernes santo, culminaron a las 20 en la Costanera, donde se rezó el Vía Crucis, en un recorrido de las estaciones que comenzó en Punta Tacuara y culminó bajo el puente “Gral. Belgrano”.
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