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Detuvieron al presunto autor del doble femicidio
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Martes, 23 de febrero de 2016
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 Juan José Campos estaba prófugo por el asesinato a puñaladas de su pareja Elizabeth Wilson y su hija Stefania en febrero de 2015 La Policía Federal lo encontró con una nueva concubina y su pequeña hija
La vida de anonimato estaba garantizada: Juan José Campos, de 48 años, con su cara regordeta, parecía un pizzero como cualquier otro. Se había alejado de la Ciudad de Buenos Aires, había formado una nueva vida con otra mujer, de nombre Giselle, madre de una niña de siete años de edad en el Barrio Cabal, periferia de Santa Fe capital, una modesta casa sobre la calle Castelli al 4800. Empleaba un nuevo nombre, Gerardo Aráoz, se levantaba cada mañana y hacía un pequeño teatro ante su nueva mujer: pretendía ir a trabajar a la Municipalidad local, para después volver a escondidas.
Sin embargo, una vecina en el barrio fue su ruina. Recordó su cara y lo denunció ante la delegación Santa Fe de la PFA y la Secretaría de Violencia de Género local, que se comunicó con la división Homicidios de la Policía Federal. La PFA, por su parte, ya había determinado previamente su presencia en Santa Fe tras varias tareas de inteligencia, para perderle el rastro. La denuncia cerró todo. Una voz clave en la pesquisa asegura a Infobae: "Había cambiado de identidad y desaparecido de la faz de la tierra. Con esta nueva situación, era imperativo detenerlo cuanto antes. Buscó una mujer sola, aparentemente vulnerable, madre soltera. El riesgo de que repita el mismo patrón de ataque era muy alto".
Así, según confirmaron fuentes directas del caso, Campos quedó preso y a disposición del Juzgado de Instrucción Nº36 y la Fiscalía Nº7 a cargo del doctor Justo Rovira por uno de los crímenes más grotescos de los últimos años: el doble femicidio de su ex pareja Elizabeth Wilson, de 44 años y su hija Stefania, de apenas 19, ocurrido en febrero de 2015 en un departamento de Constitución. A Elizabeth, Campos la había conocido por Facebook apenas cinco meses antes de su muerte, para mudarse rápidamente con ella. A su última pareja la había conocido por Facebook hace apenas un mes y medio.
El pizzero había sido el sospechoso desde el comienzo para los investigadores de la causa. Desapareció de inmediato tras el hallazgo de los cadáveres en el departamento de la calle Constitución al 1700, con tres cuchillos tipo Tramontina hallados en la escena.
Se reportaron gritos, lo que llevó a la policía al lugar. Campos desmintió todo ante el primer agente que lo entrevistó: para ocultar el hecho, habría convivido dos días con los cadáveres. El olor nauseabundo fue lo que obligó a la PFA a tumbar la puerta con el pizzero ya fugado. Su pareja fue hallada envuelta en una sábana, semidesnuda detrás de un sillón. Stefanía estaba en el baño, sumergida en una bañera llena de agua. La autopsia posterior indicó una data de muerte con un mínimo de 72 horas antes del hallazgo.
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