Monseñor Stanovnik fue nombrado Administrador Apostólico de la Diócesis de Orán

Martes, 1 de agosto de 2017

A raíz de la renuncia de Monseñor Zanchetta a la Diócesis de Orán provincia de Salta, por cuestiones de salud, el Papa Francisco nombró a Monseñor Andrés Stanovnik como Administrador Apostólico.

Desde el Arzobispado de Corrientes confirmaron el nombramiento y explicaron que Stanovnik hará el "acompañamiento pastoral".

Mediante esta designación, la función de Monseñor Stanovnik es “acompañar a la comunidad. Todo sigue su marcha normal. Tiene su Vicario, quién se hará cargo de la toma de decisiones y hay un consejo presbiteral. Todo funciona como hasta ahora. Monseñor Stanovnik lo que hace es acompañara la actividad pastoral que continua su marcha”, detallaron desde el Arzobispado de Corrientes en diálogo con época.

Confirmaron que “la renuncia de Monseñor es por cuestiones de salud, según reveló en una carta que salió publicada en AICA, por un tratamiento largo que debe hacer y no puede dejar acéfala la Diócesis. A estos e debe el nombramiento con los criterios que determina el Papa”, puntualizaron.

RENUNCIA DE MONSEÑOR GUSTAVO ZANCHETTA

Monseñor Gustavo Zanchetta, de 53 años, presentó al papa Francisco su renuncia anticipada al gobierno pastoral de la diócesis de Orán debido a su salud: “Desde hace tiempo un problema de salud no me permite llevar plenamente el ministerio pastoral que me fue confiado, sobre todo teniendo en cuenta la vasta extensión de nuestro territorio diocesano, y los enormes desafíos que tenemos como Iglesia en el norte de la patria”, explicó en una carta a la comunidad.

El prelado difundió una carta a la comunidad diocesana explicando los motivos de esta decisión, tras haber estado en Roma con el pontífice.

“Por eso he puesto en manos del Santo Padre esta decisión, que creo es la mejor, sobre todo pensando en ustedes, antes que en mí mismo, y porque la recuperación que debo encarar no puedo hacerla aquí”, agregó.

Monseñor Zanchetta nació en Rosario, Santa Fe, el 28 de febrero de 1964; fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1991 en la catedral de Quilmes por monseñor Jorge Novak SVD; elegido obispo de Orán por el papa Francisco el 23 de julio de 2013, fue ordenado obispo el 19 de agosto de 2013 en la catedral de Quilmes por monseñor Andrés Stanovnik OFMCap., arzobispo de Corrientes; tomó posesión e inició su ministerio pastoral como séptimo obispo de Orán el 31 de agosto de 2013. En la Conferencia Episcopal es miembro de la Comisión para la Universidad Católica Argentina.

TEXTO DE LA CARTA

A la comunidad diocesana de la Nueva Orán

Mis queridos hermanos:

Llego a ustedes por este medio, apenas regresado de Roma, para decirles que he presentado al Santo Padre Francisco mi renuncia como Obispo de la Nueva Orán.

Desde hace tiempo un problema de salud no me permite llevar plenamente el ministerio pastoral que me fue confiado, sobre todo teniendo en cuenta la vasta extensión de nuestro territorio diocesano, y los enormes desafíos que tenemos como Iglesia en el norte de la patria.

Por eso he puesto en manos del Santo Padre esta decisión, que creo es la mejor, sobre todo pensando en ustedes, antes que en mí mismo, y porque la recuperación que debo encarar no puedo hacerla aquí.

Mi gratitud infinita a todos porque son un don de Dios para mi vida. Y muy especialmente a los sacerdotes, diáconos, seminaristas, los miembros de la vida consagrada, y todas las personas que conformamos esta hermosa familia diocesana.

Dado que debo partir lo antes posible para iniciar el tratamiento, me despido con esta carta, aunque quisiera poder estrechar las manos de todos, especialmente de los más pobres, débiles y sufrientes.

Estaremos unidos en la Eucaristía y en la oración diaria, y cuando Dios lo quiera, nos volveremos a ver.

Sepan perdonarme en aquello en lo que les haya faltado o decepcionado, y por favor, sosténganme con su oración.

A la Virgen del Carmen, a nuestro Patrono San Ramón Nonato, y a los Siervos de Dios, Padres Pedro Ortíz de Zárate y Juan Antonio Solinas, encomiendo esta nueva etapa de la vida diocesana, sabiendo que no somos más que “simples servidores” (Lc 17,10). Fraternalmente.