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Amnistía Internacional desnuda la mentira de Irán
Martes, 26 de enero de 2016
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La ONG desmintió los intentos recientes de las autoridades persas de borrar sus continuas violaciones de los derechos infantiles. El régimen de Teherán sigue enviando a jóvenes a la horca.
Docenas de personas que fueron detenidas en Irán antes de cumplir 18 años corren el riesgo de ser ejecutadasDocenas de personas que fueron detenidas en Irán antes de cumplir 18 años corren el riesgo de ser ejecutadasCrédito: AP Al menos 73 jóvenes condenados cuando eran menores de edad fueron ejecutados en Irán entre 2005 y 2015 y otros 160 están en el corredor de la muerte, denunció este martes Amnistía Internacional (AI) en un informe.
Este estudio, según la ONG, desmiente los intentos recientes de las autoridades iraníes de borrar sus continuas violaciones de los derechos infantiles y desviar las críticas por su récord como uno de los últimos países ejecutores de delincuentes juveniles.
El informe "Creciendo en el corredor de la muerte: La pena de muerte y los delincuentes menores de edad en Irán" revela que el régimen teocrático ha seguido enviando a criminales menores a la horca, al tiempo que ha proclamado como grandes avances reformas que no han abolido la pena de muerte infantil.
"Irán es uno de los pocos países que continúa ejecutando a criminales jóvenes, lo que viola de manera descarada la prohibición legal sobre la pena de muerte contra personas menores de 18 años en el momento del crimen", destacó el director adjunto del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional, Said Boumedouha.
Pese a las reformas que se han aplicado en materia de justicia infantil, Irán sigue a la cola con respecto al resto de países del mundo con leyes que permiten sentenciar a muerte a niñas de 9 años y niños de 15, agregó Boumedouha. Los últimos años, las autoridades iraníes han celebrado los cambios en el Código Penal Islámico de 2013.
El artículo 91 de dicho Código permite a los jueces sustituir la pena de muerte por otra alternativa si determinan que el menor no comprendió la naturaleza de su delito o sus consecuencias, o si existen dudas sobre su "desarrollo mental y madurez".
Sin embargo, estas medidas ponen en evidencia el incumplimiento de un compromiso que comenzó hace dos décadas, cuando se ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño (CRC, siglas en inglés), con el fin de abolir por completo la aplicación de la pena de muerte a menores.
Tras esta convención, Irán está obligado a tratar a los menores de 18 años como a niños y asegurar que no están sometidos a sentencias de muerte o cadena perpetua sin posibilidad de puesta en libertad.
Mujeres iraníes reaccionan durante la ejecucion de Alireza Mafiha y Mohammad Ali Sarvari AP No obstante, según apunta la organización en su informe, entre 2005 y 2015 se llevaron a cabo hasta 73 ejecuciones de delincuentes menores de edad.
De acuerdo con Naciones Unidas, al menos 160 jóvenes se encuentran actualmente en el corredor de la muerte en la República Islámica.
Las cifras auténticas son probablemente mucho más elevadas, ya que la información sobre la pena de muerte en Irán se lleva con secretismo, según algunas fuentes.
Un oficial le da latigazos a un hombre condenado por violación en Irán AP AI identifica en su informe los nombres y la localización de 49 menores en peligro de ejecución. Muchos habían pasado, de media, alrededor de siete años recluidos en el corredor de la muerte.
En algunos casos documentados por Amnistía, el tiempo que algunos delincuentes jóvenes estuvieron en el corredor excedía una década.
"El informe muestra un cuadro profundamente alarmante de menores languideciendo en el corredor de la muerte, privados de años valiosos de su vida", criticó el responsable de AI en esta región.
Said Boumedouha advirtió de que muchos jóvenes son condenados a muerte en juicios injustos, como los que se basan, según él, en confesiones forzadas conseguidas a través de la tortura y otros malos tratos.
AI acusa a las autoridades iraníes de concertar en algunos casos las ejecuciones y después posponerlas en el último minuto, lo que añade angustia al hecho en sí de estar en el corredor de la muerte, añade. "Ese tratamiento es como poco cruel, inhumano y degradante", denuncia.
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