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Los chicos como trofeos de una separación
Es un síndrome que afecta a los hijos de las parejas divorciadas. Qué pasa cuando uno de los progenitores obstaculiza el vínculo con el otro, y cuáles son las consecuencias psicológicas en la conciencia del niño
El SAP, comúnmente conocido como Alienación Parental, es un conjunto de síntomas que se producen en los hijos como consecuencia de la manipulación negativa por parte de uno de los progenitores. El objeto de esta transformación de la conciencia del niño es destruir el vínculo de éste con el otro progenitor.
"Esta situación es el producto de que uno de los dos padres está empezando a usar a ese niño como instrumento del odio. Si yo soy una mujer que quedé muy enojada con mi ex marido y empiezo a usar a mi hijo como herramienta para generar algún tipo beneficio con la persona que ya no está en mi vida, estoy ejerciendo maltrato", explicó el psicoanalista Gervasio Díaz Castelli.
En lugar de estar jugando, disfrutando de sus padres y transitando esta etapa con tranquilidad, se encuentran envueltos en un conflicto que le es ajeno. "Lo toman como rehén y drenan las tensiones en ese pequeño y lo que sucede es que ese odio que tiene, en realidad no le pertenece, sino que está simbiotizado y mimetizado eventualmente con aquel que ejerce la manipulación", expresó el especialista.
Pero la alienación parental no afecta a todos por igual, varía según la edad de cada chico. De alguna manera no tener ese "filtrado de enojo" frente a los hijos siempre produce daño. Por supuesto que cuando el niño razona, está cognitivamente preparado y ya puede entender ciertas cosas, el perjuicio que se produce es mayor .
Lo bueno es que todo problema tiene solución, pero si no se resuelve junto a un especialista, siempre hay un gran porcentaje de reproducir aquello que se vivió. Castelli explica que todos los escenarios afectivos y emocionales que respiramos de chiquitos genera matrices y se inscriben "a fuego" en la cabeza.
"Creo que yendo a ese pasado y desencapsulando emociones de angustia, odio e impotencia se puede solucionar este conflicto. A partir de un trabajo de historización se pueden empezar a desencapsular esas emociones traumáticas y la vida adulta tal vez empiece a fluir".
Papá o mamá: ¿quienes manipulan más?
Según los psicólogos el género que más tiende a caer y alienar en el odio a los niños es el femenino. En general, los hombres expresan la violencia de otra manera, aunque igualmente existen casos en los que ellos son los influenciadores. Lamentablemente hay casos en donde las mujeres no pueden filtrar ese enojo y termina trasladándolo al hijo.
Muchas veces se recomienda que ambos miembros de la pareja acudan a un terapeuta: "A los adultos a veces nos cuesta mucho apagar o debilitar ese sentimiento negativo. Por eso debemos tratar que entiendan que ellos no son los protagonistas. La persona simplemente comprende que el dolor la superó , y esos padres tienen que reparar ese daño", dijo Castelli.
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