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¿Por qué se inunda la ciudad de Corrientes?
Martes, 25 de abril de 2017
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La ciudad de Corrientes está a 13 metros sobre el nivel del río Paraná, Resistencia a dos. Que la vecina ciudad se inunde se entiende, las condiciones topográficas son desfavorables comparativamente con la nuestra. Sin embargo, en pocos años el cuadro de situación se invirtió y la ciudad de Corrientes se convirtió en la Petit Venecia. Barrios que antes no se inundaban ahora sí y el agua queda estancada hasta dos días después que para la lluvia. El crecimiento poblacional, pavimentación sin planificación y sin obras complementarias de desagües, las conexiones clandestinas mal hechas y fundamentalmente la falta de redes troncales que permitan un escurrimiento rápido configuran un menú que contribuyen a que la ciudad se inunde cuando llueve más de 40 milímetros en poco tiempo. La última obra de desagües fluviales se realizó en la gestión de Raul Romero Feris y fueron los ductos de chapa, material no recomendado por su escasa vida útil. Los ductos de la Avenida Romero y Centenario están hechos de ese material que tiene un tiempo de durabilidad no mayor a los 20 años. Hoy los problemas están a la vista, la ciudad se inunda en forma parejita en todos los barrios por los factores detallados con anterioridad. Hay varias zonas en las que los sistemas de drenaje llegaron al final de su vida útil, porque fueron construidos hace unos 50 años y tienen problemas de diseño. Pavimentar y repavimentar sin realizar los desagües necesarios le está provocando grandes problemas a los vecinos de la ciudad. Los automovilistas resuelven su problema de tren delantero, pero los frentistas tienen agua en sus casas. El asfalto impermeabilizo la ciudad y creo problemas en muchos barrios, porque no se hicieron las obras complementarias. El daño económico y social que provocan las inundaciones en la ciudad es difícil de dimensionar. Los trabajadores que viven en barrios alejados se quedan sin trasporte público, tienen que salir chapaleando y apelan al ingenio para no perder el presentismo. Los comerciantes deben mantener su puerta cerrada y esperar que baje el agua para poder trabajar. Los vehículos quedan parados, algunos terminan flotando como lo vimos en varios videos que se viralizaron. Expertos en hidráulica urbana coincidieron que el problema no es el nivel de escurrimiento, es un problema por falta de obras. Con los niveles que tenemos en referencia al rio, la ciudad nunca tuvo que inundarse con tan poco caudal caído. La falta de mantenimiento de los canales a cielo abierto también son un problema. Vivimos en una zona favorable en su geografía, pero con problemas por falta de planificación y de grandes obras que impacten en la vida de los ciudadanos. Otro de los factores a considerar en la agenda política es el cambio climático. Los especialistas dicen que la situación cada vez será peor. Lo que antes llovía en un año, ahora lo hace en menos de un semestre. Esto supone que hay que estar preparados para más precipitaciones y chubascos inesperados. Para ello la ciudad debe estar alerta dejando de lado la improvisación, la cosmética y poniendo énfasis en las obras que en verdad van a cambiar la vida de los ciudadanos. En 8 años el oficialismo que gobierna la ciudad pudo conseguir apoyo nacional e impulsar el desarrollo de grandes obras, con decisión pudo haber gestionado financiamiento internacional y no lo hizo. Tuvieron la oportunidad y la dejaron pasar. Hay obras que no se ven, que cambian la vida de los vecinos, pero como no se pueden exhibir al calor de los flashes y no rinden para el marketing quedan relegadas por décadas. Por eso se inunda la ciudad, por falta de obras y de planificación inmediata y a futuro.
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