|
"Francisco me dijo que ve un gran futuro para nuestro país"
|
Jueves, 17 de noviembre de 2016
|
|
La vicepresidente se reunió con el Papa en el Vaticano, en un encuentro que duró una hora y no tuvo carácter oficial
El papa Francisco recibió esta mañana a la vicepresidente Gabriela Michetti en el Vaticano. El encuentro privado había sido pedido desde principio de año y finalmente logró concretarse este jueves en la residencia oficial del Sumo Pontífice.
Fue el segundo encuentro entre ambos desde que Jorge Bergoglio es Papa. El primero había sido a principio de este año y, al igual que hoy, se trató de una reunión "de índole personal". Francisco y Michetti mantienen una relación de amistad desde hace años.
Según pudo saber Infobae, la reunión duró aproximadamente una hora y no tuvo carácter oficial. "Francisco está muy contento con los proyectos de construcción de vías férreas y de dragado de la hidrovía que le había mostrado Mauricio (Macri) en su última visita. Me dijo que ve un gran futuro para nuestro país", expresó Michetti en un comunicado.
La vicepresidente viajó sola y arribó a Roma especialmente para acudir a la reunión con Francisco que "se fue dilatando por los encuentros del Papa con el Presidente", explicaron a Télam desde vicepresidencia. El viernes tiene previsto su regreso a Buenos Aires.
En febrero pasado, luego de una seca reunión entre el Sumo Pontífice y Macri, Michetti había dicho que le había provocado "dolor no ver una sonrisa" en la cara del Papa al recibir al flamante jefe de Estado.
"Me dijo que le gustó mucho saber que los funcionarios trabajan desde los barrios y no desde sus oficinas lejanas y sin contacto", precisó. "También le gustó saber sobre el trabajo en transparencia, el ahorro eficiente del presupuesto y recuperación del patrimonio histórico en el Senado. Me dijo que era muy importante que todos los funcionarios lucháramos contra la corrupción que esta enquistada en nuestra clase dirigente", aseguró Michetti.
Como de costumbre, hubo intercambio de presentes: Michetti le regaló una Virgen del Panecillo, mientras que el Papa le regaló un Rosario de perlas, una medalla de la Virgen, junto con las dos exportaciones apostólicas y la Carta Encíclica que él mismo escribió.
|
|
|
|
|
